Monster Hunter 3 Tri: Relatos de Caza
Los encargados del fenómeno vuelven a sentarse con RG e inician la cuenta atrás para la aventura.
-¿Y qué opinas de la posibilidad de impulsar la retención de todos los momentos de una montería? - Ese era el sueño de Agente, que probablemente cazaba menos porque cuando lo hacía nadie le apuntaba con su artilugio.
-La construcción de un ingenio que permitiera almacenar toda una misión para luego contemplarla y estudiarla es algo que los Creadores siempre tienen en mente, pero las artes y técnicas de nuestro tiempo no están aún preparadas. Ni siquiera la magia.
Misterios que sólo se descubrirían con la llegada de las siguientes estaciones. Al igual que ocurría con las decisiones niponas, nada se podía prever respecto a la repercusión del impacto de la caza en las comunidades de estas tierras.
-Aún con esas ventajas, no estoy seguro de que lleguemos a apreciar la caza con tanta pasión y efectivos como en vuestra isla lejana -había que dar algo de pena o adular para descubrir las esperanzas de los viajeros al respecto- No sé si, teniendo de nuestro lado al Gran Aliado, esto podrá ser algo tan grande como la práctica de ‘Zelda'.
-Nada es imposible -alentó un Ryozo al que había vuelto el aire ilusionado-. Tanto el Gran Aliado como Los Creadores pondrán su máximo esfuerzo para que el arte de la caza sea uno de los grandes en vuestras tierras.
El Concilio era el primer paso. El Gran Aliado estaba también detrás de las legendarias expediciones conocidas como ‘Zelda', ya célebres en los Tres Continentes. Su propósito era que las masas que hasta hoy dominaban otras prácticas suyas comprendieran y apreciaran la cultura del cazador, la forma de disfrutarla y los beneficios que podría reportar si se practicaba en grupo.
Varios miembros del Gran Aliado, encargados de la organización del Concilio, comenzaron a levantarse de sus mesas. Charlar con los viajeros, después de la enorme cola de curiosos que ya los habían interrogado, había sido premio suficiente; más cuando se habían mostrado tan accesibles. Pero quedaba tiempo para discutir un último asunto: un amante de la caza nunca se marcharía sin recordar el porqué de su devoción.
-Ryozo-san, Fujioka-san... ¿cómo debemos explicar que nuestra profesión respeta a la Madre Tierra? -Hice una seña de complicidad a los nipones mientras formulaba la pregunta. Durante nuestra conversación, me había percatado de la presencia de un crío, probablemente el hijo del posadero. Escuchaba a hurtadillas y, al contrario que los otros chavales de su quinta, procuraba no imitar a los cazadores adultos y ponía una cara mezcla entre pavor y rabia cada vez que se mencionaba la matanza de alguna bestia.
-En este tiempo los monstruos y los cazadores coexistimos -Fujioka entendió el mensaje, y utilizó un tono solemne-. Lo que los Creadores querían expresar es un lugar donde todo ser vivo individual, sea animal o cazador, depende de sí mismo. Las bestias reaccionan según su instinto. Si eres un intruso en su zona, irán a por ti. Lo mismo si están hambrientas.
»De la misma forma, los cazadores necesitamos cazar para sobrevivir. En este mundo primitivo los cazadores luchamos con la naturaleza para ver el día de mañana. No hay atentado contra la Madre Tierra, con nuestra práctica queda de manifiesto la grandeza de la naturaleza, y los cazadores sólo formamos parte del entorno."
El chavalín había quedado bastante convencido, quizás influido por algún artificio mágico tejido entre las palabras del hechicero. Ryozo-san tomó el relevo para quitarle hierro al asunto, y de paso dejar una anécdota de fábula.
-Hay un monstruo llamado Aptonoth que es herbívoro, y sólo se caza por su carne -intervino el nipón, mientras el joven cotilla intentaba volver a su enfado-. Matarlo por que sí no tiene significado, sólo se hace por el alimento. -el crío asintió, de acuerdo-. Con el fin de expresar el respeto por la vida, algunos jugadores en nuestra tierra honran con un pequeño rezo a Aptonoth justo antes de matarlo. "Lo siento, pero necesito la carne", le dicen.
Ni el niño, ni los nipones, ni yo pudimos aguantar la risa con la escenificación de Ryozo disculpándose ante el monstruo. Un momento ideal para dejar los relatos de caza para otra preciada ocasión, si se daba.
Texto y entrevista: David Caballero
Revisión de estilo: José Manuel Bringas
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