Monster Hunter 3 Tri: Relatos de Caza
Los encargados del fenómeno vuelven a sentarse con RG e inician la cuenta atrás para la aventura.
-Nuestros cazadores también tienen familias que sobreviven gracias a la caza -continué- y por supuesto se esforzarán al máximo cuando deban competir con otros, al igual que hacen las criaturas de ahí fuera. Están inquietos, por si la pena que pagarán los tramposos aquí pudiera augurarse menos contundente.
-Lo más importante es mantener un estándar en la calidad de la experiencia de cazar -repuso el nipón con un tono más serio de lo habitual- y por eso ya está previsto actuar en consecuencia en contra de esa gente que pretende molestar para estropear el equilibrio entre iguales.
No había sido detallista, pero sí claro. Al mencionar el asunto de la igualdad, pensé que el lugar donde se originan las cosas no tiene por qué ser donde más se exploten. Aquellos nipones disponían de un buen régimen de castigos, pero por contra, por todos era conocido que aún se comunicaban mediante primitivos telegramas escritos a mano. Sin embargo, en este lado del mundo ya se conocía una forma revolucionaria de envío remoto de voces, que sin duda aportaría a la caza grupal.
Si por algo era famosa la raza asiática era por la repercusión de su celo, por lo que o ingeniaban una ventaja similar o eran capaces de revelarse en masa ante los mismísimos Creadores. De hecho, recientemente se aprobó, tras demanda multitudinaria, la puesta en común de las posibilidades de otro gremio como el de los luchadores. Bajé la voz.
-Se oyen voces de protesta... provenientes de vuestra tierra. -Sorprendentemente, ambos mantuvieron el gesto inmutable ante mi sugerencia- Me preguntaba si se está planeando algún tipo de compensación para que los cazadores nipones dispongan de las ventajas que aprovecharemos nosotros cuando comience la temporada. Lo que allí llamáis... ¿La medida G?
-No, no tenemos pensado hacer algo así allí -se apresuró a confirmar Ryozo
Era imposible adivinar si el nipón estaba conforme con su propia postura. En este lado del mundo habían contado con un poderoso Aliado para extender las ventajas entre los cazadores, algo de lo que quizás no disponían en su isla. O quizás aún no era el momento. Aún así, Ryozo-san no fue capaz de contener la emoción del que se imagina utilizando nuestros modernos artilugios, pues sus ojos le delataban.
-Esto de poder conversar a distancia con los compañeros durante la monstruomaquia... ¿es algo que sorprende a un hechicero? ¿es un sueño convertido en realidad? -aproveché.
-No exactamente -el nipón se obligó a despertar rápidamente de la ilusión- No es un sueño, porque hay cosas que, aún hoy, sólo se pueden hacer mediante nuestro sistema de telegramas, y por eso también lo usaréis vosotros -añadió, orgulloso y conservador-. Pero he de reconocer que escuchar las indicaciones del compañero como si el viento las pusiera en los oídos es un complemento excelente para mejorar nuestra profesión.