Grandes errores de Nintendo
Cuando los buenos directivos toman malas decisiones.
La Virtual Boy
Sin duda uno de los fracasos más sonados de la historia de la compañía y uno de los que más sombras arrojan. A simple vista, el caso es relativamente sencillo. Nintendo tenía previsto lanzar una nueva consola al mercado: la Virtual Boy. Su fundamental característica era que permitía mostrar juegos en unas peculiares 3D, únicamente usando los colores rojo y negro. El proyecto estaba a cargo de Yunpei Yokoi, una de las figuras más importantes de aquella Nintendo. Conocido habitualmente como el padre de las Game & Watch y de la Game Boy (amén de que bajo su mando se programaron Kid Icarus y los primeros Metroid), Virtual Boy fue su último proyecto en la compañía japonesa. Después de su fracaso, abandonó Nintendo y poco tiempo después murió en un lamentable accidente de tráfico.
Pero, ¿por qué falló la Virtual Boy? ¿Era demasiado novedosa? ¿Se adelantó a su tiempo? Desde cierto punto de vista sí, ya lo comentamos en nuestro especial de ideas recicladas de Nintendo. Sin embargo, es cierto que la precipitación pudo no estar en su concepto, sino en su ejecución. Un estudio algo más profundo y no las prisas por sacar la Virtual Boy pudieron ahorrarle a Nintendo este borrón en su expediente.
Para empezar, su limitada paleta de colores jugó en su contra. No se trataba de una consola como la Game Boy, la Virtual Boy era tan aparatosa que no se podía considerar una videoconsola portátil. Tanta limitación visual hacía parecer los juegos deslucidos, aparte del excelente efecto 3D que todo el mundo comenta. El segundo problema de la consola era que usaba unas enormes gafas que iban ligadas a un soporte para apoyarse en una mesa, debido a su peso. No era posible que dos personas disfrutaran a la vez de un solo juego, ni tampoco se podía compartir la experiencia con nadie.
El tercer punto negativo tiene que ver con el escaso apoyo que recibió. La consola no recibió suficiente apoyo de Nintendo, ni en la cantidad de juegos que salieron para ella ni en la estructura de futuro de la compañía. Casi se podría decir que la Virtual Boy fue vista como uno de esos juguetes que Nintendo lanzó antes de la NES, precisamente bajo la batuta de Yokoi: la Ultrahand, las Game & Watch… La Virtual Boy no era vista como una consola de videojuegos, sino como un juguete, y eso le hizo perder puntos en el organigrama de Nintendo.
Por último, el principal problema: los mareos, naúseas y dolores de cabeza. Jugar durante mucho tiempo a la Virtual Boy provocaba dolores de cabeza y mirada borrosa (esto también explica la obsesión inicial de Nintendo por asegurarse de que la gente comprendía que Nintendo 3DS no provocaba nada de esto). No se podían hacer partidas largas. Esto fue en última instancia lo que acabó con su vida comercial. En definitiva, se puede traslucir que Nintendo sacó este producto sin importarle demasiado lo que le ocurría, pasando por alto fallos muy gordos de diseño y precipitándose a la hora de sacarlo.
Ahora es cuando la historia se emborrona y aparecen informaciones contradictorias. El efecto más claro del fracaso de la Virtual Boy es que Gunpei Yokoi abandonó Nintendo. Algunas fuentes (Game Over) argumentan una relación directa entre ambos hechos y que Nintendo, por aquel entonces presidida por Hiroshi Yamauchi, responsabilizó a Yokoi de todo el desastre y despidiéndolo de malas formas. Sin embargo, otras fuentes (New York Times) continúan afirmando que abandonó Nintendo de buenas formas, considerando el fracaso como culpa suya y sintiéndose en la obligación de abandonar (a falta de sepukku como quien dice) y que las relaciones con Nintendo eran buenas.
En cualquier caso, como error histórico queda. Un fracaso en ventas que se saldó con la marcha de un gran activo para la compañía.