Nintendo 3DS - Análisis
Una consola robusta y completa pero con alguna flaqueza.
Por su presentación es bonita, con un tacto y unos materiales que transmiten mayor sensación de firmeza que las viejas portátiles Nintendo. El acabo brillante del exterior y del interior invita a las huellas del dedo a dejar marca con bastante facilidad, aunque es muy sencillo pasarlo por alto gracias a esos mismos reflejos. Y en cuanto a la solidez, lo más importante es ver cómo ha prestado atención la compañía a la bisagra que une ambas pantallas. De dos barras en los laterales se ha pasado a una pieza única y gruesa, con forma poligonal y no cilíndrica que no parece que vaya a romperse con tanta facilidad.
Botones
Entre las numerosas mejoras con respecto al modelo anterior está un incremento enorme en el número de botones. Repiten, junto a la pantalla táctil, cuatro botones circulares a su derecha ya clásicos en forma de rombo y dos gatillos en la parte exterior superior de la consola, pequeños y de corto recorrido. Todos tienen sensación de clic al llegar al fondo que marca muy bien la pulsación. Como también lo tiene la cruceta o d-pad, a la izquierda de la pantalla táctil y muy abajo, quizá demasiado esquinado para invitar a jugar de forma cómoda.
Pero si han llegado ahí es porque han dejado espacio la nuevo minijoystick de Nintendo 3DS, una genialidad de apenas unos milímetros de altura que permite tener un joystick en una portátil que puede cerrarse. Es genial porque se controla de forma suave y responde con una precisión espectacular, a diferencia del de PlayStation Portable, el primer intento de integrar estas dos cualidades. El truco está en un tallo minúsculo que apenas lo hace sobresalir de la estructura de la consola pero muy ancho, que le da mayor libertad de giro, acompañadazo de un diseño hundido y no sobresaltado que permite colocar el dedo pulgar dentro del pequeño hoyo para que agarre mejor a la hora de hacer presión hacia cualquier lugar. Además, este Circle Pad vuelve con mucha rapidez a la posición central cuando se suelta.
La otra novedad que hace muy rica la experiencia de tacto de Nintendo 3DS es el botón Home, un botón que como en Wii devuelve al jugador al menú principal de la consola y suspende cualquier aplicación en funcionamiento. Está en el mismo centro de la parte inferior, justo debajo de la pantalla táctil y como continuación. Al revés que el resto de botones, éste es más complicado de pulsar y está peor ubicado. A sus lados descansan los tradicionales Select y Start que cada vez tienen menos vida y probablemente vayan a desaparecer muy pronto.
El repaso a los botones acaba con las tres barras de este título. La mencionada del 3D, muy llamativa en diseño y ligera de mover. La del volumen, que está en el lateral izquierdo muy a mano, y la de activar o desactivar WiFi, que en lugar de ser un botón de clic es una barra que hay que arrastrar todo su raíl hasta que marca su función, para después volver sola al punto de origen. Puesto que tanto las relaciones del usuario como la vida de la batería dependen mucho de que la consola busque conexiones, es buena idea complicar su activación manual.