Infiltrado en la Gamescom 2014
Gamescom 2014: Una historia de videojuegos, colas y amor.
Capítulo 4: Un amor imposible.
En la Gamescom no puede ser todo diversión. El sábado, justo después de comer, me tocó presenciar una escena triste, más triste incluso que ir al cine solo. Fui a hacer cola para probar Yoshi´s Woolly World y lo que me encontré allí me entristeció. ¡Todas las personas de la cola eran pareja! Tuve unos 40 minutos de soledad absoluta, en los que… bueno, ya sabéis, a veces uno pues se siente más o menos desesperado y twittea cosas…
Cuando llegó mi turno la pena inundó al señor azafato que había allí. “¿Vienes sólo?” Me preguntó. Yo asentí y me dijo que entonces jugaría conmigo. El señor la verdad es que era malísimo, pero se lo pasaba bastante bien. A mí me estaba arruinando un poco la experiencia ya que en más de en una ocasión me comió con su Yoshi y me lanzó al vacío porque el pobre hombre no sabía lo que estaba haciendo. Pero…justo en ese momento… apareció mi salvadora. Imaginad que el tiempo transcurre cinco veces más lento, ponedle música romanticona y pensad en una chica alta, bien proporcionada, ojos verdes y pelo castaño que se acerca a donde tú estás jugando y le dice al azafato: “Disculpa, pero si está jugando solo déjame jugar con él.” El azafato accedió y… ¡Chica EA joins the battle! Era una azafata de EA que tenía un rato libre y quería probar el juego. Juntos ningún obstáculo nos impidió llegar a la meta…
Sobre el juego, el juego es “amor” en estado puro. Tiene una calidad estupenda y tiene su dificultad. Dentro de cada fase existen montones de sitios ocultos a los que se puede acceder deshilachando o hilvanando el escenario. Pude comprobar Yoshi´s Woolly World es un juego perfecto para jugar con otra persona, es muy divertido. No creo que hubiese nadie en la feria que al probarlo no tuviese una sonrisa dibujada en la boca.
Lamentablemente después de la partida la chica EA y yo tuvimos que separarnos para siempre debido a la disputa que tiene EA con Nintendo. Nuestro amor imposible siempre será recordado como la adaptación moderna de Romeo y Julieta. Después de aquello decidí que nada mejor que una dosis de un solo jugador con nuestro querido amigo Toad para ayudarme a superarlo.
La demo de Captain Toad: Treasure Tracker contenía las mismas fases que las mostradas en el Nintendo Treehouse del E3 2014. Sólo me dejaron experimentar 2 de todas ellas. Probé la de la mansión encantada, la cual me pareció sublime. Me quedé atascado dos veces pensando cómo coger una de las gemas. En la segunda fase nuestro amigo Toad, montado en su vagoneta, debía lanzar cebolletas a enemigos y a los objetos que quería recolectar. Para apuntar, seguía un método similar al que he explicado anteriormente en Splatoon. Algunos objetos estaban muy escondidos y sólo se ponían a tiro durante un segundo. Sin duda, el juego parece tener una dificultad considerable si quieres conseguir el 100% de objetos. La demo hace querer jugar mucho más y es que Captain Toad: Treasure Tracker desprende un poder hipnótico que lo hace irresistible.
Cuando terminé la partida de Captain Toad: Treasure Tracker, di por finalizada mi cata de juegos para la Gamescom 2014. Entre los tres días había andado más de 60 kilómetros además de estar muchas, muchas horas de pie haciendo cola, las cuales invertí en jugar con las más de 400 personas que encontró el Streetpass de mi 3DS. Cansado y con el corazón roto, me lancé a las calles de Colonia a tomar un refresco, encantado por la gran experiencia que había vivido esos días.
Epílogo: Al menos una vez en la vida.
Nintendo sí estuvo presente en la Gamescom. No, no mostró ningún juego nuevo, pero mostró sus grandes bazas para los próximos meses. La zona de Nintendo tuvo una gran afluencia de público constante, especialmente en Bayonetta 2, Hyrule Warriors, Splatoon y Super Smash Bros., el cuál recibió el premio de los consumidores al juego más deseado de la Gamescom 2014. Wii U salió muy bien parada de esta Gamescom 2014.
Por mi parte, pienso que la Gamescom es una feria a la que, si te mueves por el mundillo de los videojuegos, hay que ir una vez en la vida. La experiencia es única, lo pasas muy bien, descubres juegos nuevos, culturas y, en mi caso, descubrí hasta músculos nuevos en las piernas que no sabía que existían. Y creedme, esos músculos cuando dicen de doler duelen mucho.
Artículo por Juan David Vargas Jiménez, Varju