Descubriendo a Hironobu Sakaguchi
Os acercamos la figura del padre de los JRPG y las claves para comprender su obra
Redefiniendo el género
Pero con The Last Story la intención de Hironobu Sakaguchi no es únicamente retomar las antiguas formas de contar historias que tenía el género, mucho menos contaminadas por la cultura manga shonen, sino sacar a los JRPG del estancamiento. Eliminar la obsesión por los valores de producción centrados en conseguir gráficos impactantes y volver al diseño de niveles y un sistema de juego adictivo que enganche al jugador.
Como clarísimo referente a este cambio de gameplay y renovación del género tenemos el Xenoblade: Chronicles, sin duda alguna el mejor JRPG desde que Sakaguchi dejara el seno de Squaresoft (hay que mencionar que Sakaguchi fue Productor Ejecutivo de Xenogears, en 1998). El secreto de su éxito fue el de abrazar los adelantos que occidente había hecho por su cuenta a lo largo de los años y adaptarlos a la idiosincrasia japonesa.
Estas claves se repiten en The Last Story, que rompe completamente esquemas jugables y presenta un sistema de combates alejado de turnos y entornos genéricos y nos planta en medio de un sistema de batalla en tiempo real con escenarios destruibles y aprovechables en la batalla y, lo más importante, con cooperativo y competitivo online.
Se ha buscado una menor aletoriedad y más sensación de causa y efecto, además de conseguir un sistema de combate que anda a medio camino entre los juegos de rol online, en los que cada jugador ejerce un papel muy definido dentro del grupo, con habilidades de combate con tiempo de reutilización y un sistema de coberturas muy en la línea de los FPS en tercera persona que han sido la revelación de esta generación de consolas.
El resultado es un título que, manteniendo un espíritu claramente japonés, sus personajes y las claves narrativas tan características de Hironobu Sakaguchi, a la hora de jugarlo es muy occidental, dinámico, con su puntín de estrategia y que cambia de tercio a cada momento para que el jugador no tenga la sensación de repetitivo. Y, además de todo, con juego online para continuar la experiencia más allá de las barreras que nos imponga la historia y poder disfrutar del sistema de juego desnudo, sin más pretensión que disfrutar de las mecánicas y los retos que nos propongan.
¿Cómo has vivido tú los juegos de Hironobu Sakaguchi? ¿Qué esperas de The Last Story?