Portada » Artículos » Artículo » Descubriendo a Hironobu Sakaguchi

Descubriendo a Hironobu Sakaguchi

Os acercamos la figura del padre de los JRPG y las claves para comprender su obra

La Forja de un Gurú

Sakaguchi The Last Story

Para comprender la importancia de una figura como la de Hironobu Sakaguchi tenemos que retroceder a una época en la que los videojuegos acababan de entrar en los hogares de la gente y los límites de lo que los desarrolladores eran capaces de hacer estaban constantemente en expansión. En aquellos primeros años, la práctica totalidad de los juegos dependían de la habilidad del jugador, de sus reflejos y de la práctica que tuviera.

Sakaguchi era un joven desarrollador que trabajaba en el seno de una empresa agonizante: Squaresoft. Inspirándose en el trabajo de un compatriota suyo (Yuji Horii y su saga Dragon Quest), Sakaguchi diseñó y dirigió lo que creía que se trataba del epitafio de su compañía y lo tituló como tal: Final Fantasy. Afortunadamente para él, para Squaresoft y la totalidad de la industria, su vaticinio tuvo muy poco de profético.

A lo largo de quince años, Sakaguchi estuvo al frente de Final Fantasy y compaginó su dirección y producción con el de creación y supervisión de muchos otros proyectos, como Parasite Eve o Chrono Trigger, pero Final Fantasy siempre fue su trabajo principal. Con la llegada de PSX, abandonó las tareas de dirección y se dedicó únicamente a la producción y creación de conceptos y personajes, sentando las bases que catapultarían al género del JRPG más allá de las fronteras de Japón. Sin duda, el capítulo más importante de la franquicia (que no el mejor) es Final Fantasy VII, con el que se reinventó los videojuegos de una manera que no se había visto nunca, empleando escenas de vídeo tecnológicamente asombrosas, guiones extraordinariamente cuidados y personajes que dejaron una impronta que todavía permanece en la mente colectiva de los jugadores.

Sin embargo, sólo bastó un proyecto para casi destruir todo lo que Squaresoft había construido a lo largo de más de una década. The Spirit Within, la película de animación por ordenador que dirigió el propio Sakaguchi, es considerada uno de los fracasos más sonados de la historia del cine, con pérdidas millonarias. Después de este duro varapalo, agravado por el hecho de que la compañía estaba tomando un rumbo que a Sakaguchi no le gustaba, abandonó la compañía y fundó Mistwalker.

A partir de entonces, mientras Squaresoft vivía su particular periplo de fusiones con Enix y se dedicaba a convertir Final Fantasy en una marca plagada de spin offs, cambiando su género y estética y centrando sus esfuerzos en los valores de producción, Sakaguchi decidió volver a sus orígenes y retomar el trabajo de sus primeros años. Sus trabajos más destacados desde entonces han sido Lost Odyssey, que retomaba la narrativa profunda y la introspección de los personajes, y The Last Story, que es un desafío abierto y un compendio de cómo Sakaguchi cree que deben de ser las cosas. En ambos casos, y con muchos menos medios de los que disponía en Squaresoft, creó posiblemente los dos mejores JRPG de la actual generación (con el permiso de Xenoblade: Chronicles).

Sakaguchi The Last Story