Portada » Análisis » Metroid Prime Trilogy - Especial

Metroid Prime Trilogy

Un título que ofrece en un solo disco tres juegos imprescindibles. La única duda posible es si el nuevo control realmente mejora la experiencia.

Metroid Prime Trilogy - Especial - Análisis

 

 Metroid Prime Trilogy - Análisis especial en Revogamers

Pasar una saga mítica de dos a tres dimensiones, rediseñando por completo el sistema de juego pero a la vez manteniendo aquello que la hace grande, es algo que requiere valor y talento. Cualidades que demostró Retro Studios al lanzar el Metroid Prime hace ya casi siete años, un juego que bien no sólo puede ser considerado el mejor de Gamecube, sino el mejor de su generación. Un título que si hubiera salido para Nintendo 64 quizá fuera ahora el paradigma de juego (casi) perfecto en lugar de Ocarina of Time. Evidentemente, al contar ya con un sólido respaldo de videojuegos tridimensionales el mérito es algo menor que el del heroico periplo de Link, pero esto no le resta un ápice de grandeza.

El cambio que encumbró a Metroid Prime es incluso más patente: de un juego de scroll lateral a una aventura en primera persona (FPA). Es posible que a primera vista pueda parecer un subtipo de shooter: al fin y al cabo, es inevitable que un juego en primera persona en el que la protagonista tiene un cañón en el brazo guarde cierto parecido con ese género. Pero a medida que se juega va quedando cada vez más claro que los tres son sendas aventuras con grandes mapeados tridimensionales, decenas de mejoras y épicos jefes. Eso sí, se controla con la precisión y fluidez que cabría esperar del mejor de los shooters.

A grandes rasgos, el manejo es el siguiente: con el A se dispara, con el B se salta (ambos son reversibles, aunque el A resulta mucho más cómodo cuando toca hacer ráfagas de fuego largas), pulsando abajo en la cruceta se disparan misiles y los gatillos del Nunchuk sirven para fijar blanco y pasar a Morfosfera. El - sirve para cambiar de visor (se selecciona cada uno llevando el puntero a una región deteminada y soltando el botón) y el + para cambiar de rayo del mismo modo. En pocas palabras: son idénticos a los del Corruption original, con la excepción de que en sus predecesores el botón de Hipermodo sirve para cambiar de rayo.

Pero no sólo un excelente control convierte a un juego en una obra maestra. Veamos por separado qué más ofrece cada una de las tres partes de la trilogía, aunque sea inevitable que el segundo y tercer juegos salgan perdiendo comparados con el original.

 

Metroid Prime

 Una fragata de los Piratas Espaciales, sempiternos enemigos de Samus, abandonada en órbita a un planeta actualmente deshabitado: Tallon IV. El primer escenario que explorar es el comienzo clásico de un Metroid, pero también es una muestra de gran parte de las innovaciones y principales rasgos del juego. Como por ejemplo, sus espectaculares gráficos, que aunque hoy ya no resulten impactantes (a pesar de haber sido mejoradas ciertas texturas e iluminaciones)  no dejan de estar muy por encima de la media del catálogo de Wii.

Éstos ayudan a crear la magnífica ambientación que envuelve prácticamente todo el juego, pero no son los únicos responsables. Como curiosidad, y aunque no pueda parecer tanto debido al detallismo que impera en algunos juegos actualmente, en su día sorprendió mucho el hecho de que el visor pudiera empañarse e incluso devolver el reflejo de la cara de Samus, lo que ofrecía una verdadera sensación de estar dentro del traje.