Takahashi: X arrancó cuando se vio que es posible en Wii U
El creador de X empieza un diario de desarrollo particular para contar algo del juego dos o tres días a la semana.
Tetsuya Takahashi quiere que se hable más de su próximo juego, de ese Xenoblade Chronicles X que llega en 2015 para ampliar horizontes en Wii U. Y para eso la mejor forma que ha encontrado es ser él mismo el que tome la palabra.
Por eso, el creador de la saga Xeno se ha comprometido a llevar una especie de diario de desarrollo a través del que comunicarse directamente con toda la gente que espera o está interesada por su RPG. Es algo particular porque lo va a realizar a través de Twitter, con lo que caben demasiadas explicaciones, pero a cambio promete escribir dos o tres veces por semana.
De hecho, ya ha arrancado esta vía de comunicación sobre Xenoblade Chronicles X con una introducción a la concepción del juego. Los primeros mensajes de Takahashi tratan de cómo y cuándo comenzó el desarrollo del título.
"Después de terminar el Xenoblade anterior, cuando le dije al equipo del señor Yamagami que quería crear algo tirando un poco más a la ciencia ficción utilizando Xenoblade como base, dijeron que podría ser un reto que mereciera la pena".
Con una consola como Wii U entre manos, uno de los aspectos más importantes de la fase de planificación fue fijar los límites. Monolith Soft. y Nintendo se pusieron de acuerdo para empezar un juego posible, creíble, evitando tener que dar marcha atrás a mitad de camino por aspirar a más de lo que da la máquina. Uno de los defectos que algunas compañían han sufrido en los últimos años con sus grandes títulos.
"Así que entonces fue cuando empezamos a pensar sobre qué mejoras serían posibles con Wii U (como hacer los mapas sin barreras, tener el juego conectado online, etc.) y empezamos a investigar. Cuando todo parecía posible, entonces empezamos realmente a desarrollarlo."
Esperamos las palabras de Takahashi para que vaya dando a conocer ese mundo tan gigantesco que tiene entre sus manos, que está tan solo a seis meses o menos de estrenarse en Japón.