Animal Crossing: New Leaf
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Impresiones - Animal Crossing: New Leaf - Avances
Hola, soy el nuevo habitante de Bean y he venido aquí para conquistar el mundo. Más o menos esta sería una forma de explicar los inicios de una partida a Animal Crossing: New Leaf. Faltan un par de meses para que el juego llegue a España pero ya hemos podido jugarlo en castellano y además desde dos puntos de vista, el comienzo de la vida y una partida más avanzada. Lo que significa que, en efecto, ¡hemos estado en la isla!
Cuando Nintendo hace un Nuevo Animal Crossing lo último que tiene en la cabeza es cambiar la fórmula que tanto éxito le ha dado, por lo que todo lo que nos hemos ido encontrando es una vuelta de tuerca a lo que ya hemos podido jugar en Wild World de Nintendo DS o Let´s Go to the City de Wii. Para que os hagáis una idea, os voy a contar brevemente cómo fue mi primera media hora en este simulador social para después pasar a explicar cómo es y qué se puede hacer en la isla.
Al chucuchú del tren
A este pueblo se llega por tren. El gato Fran es tan preguntón como siempre y se encargará de sonsacarte toda la información necesaria para que te crees un personaje. Es curioso que al decirle un nombre algo abstracto te pregunte si eres una chica, ¿será porque lo juegan más ellas que ellos y así es más probable que acierte?
La estación a la que llegas por primera vez cuando empiezas una nueva partida será también el punto de salida para visitar otros pueblos y para recibir visitantes, es decir, para poner en marcha las funciones de conexión WiFi de la consola (online y offline vía StreetPass). A su puerta descansa el tablón de anuncios con un montón de mensajes y acontecimientos esperando y explicando cómo funciona la vida.
Con el 3D siempre presente, la pantalla superior muestra un juego muy cercano gracias a una cámara que le da un toque distinto al que ya se pudo ver en Wii, aunque ambos parece que van a compartir bastantes elementos técnicos más allá de un estilo artístico propio de la saga. La cámara de Animal Crossing: New Leaf no está solo cerca, también está baja para poner en perspectiva el mundo, esférico, como una canica gigante sobre la que se mueven los personajes. Su diseño es algo menos ´chibi´, es decir, más proporcionado.
Tras un paseo y un par de sacudidas a los árboles para comer algo de fruta, que ya se sabe que los viajes cansan, lo primero que hay que hacer es ir al Ayuntamiento a empadronarse para poder ser un ciudadano de pleno derecho. Hasta entonces no se puede visitar la zona comercial ni tampoco está abierta la tienda de segunda mano, el recurso rápido para hacer dinero mediante la recolección. En ese pequeño camino es probable que te cruces con gente como Bobi, obsesionado con los deportes, o Violeta, que te invita a irte de fiesta. Los personajes son tan simples como siempre, pero no dejan de ser una de las claves de Animal Crossing.
La presentación del juego en movimiento contrasta mucho con la enorme sencillez del mapa que acompaña todo el tiempo en la pantalla inferior. No es más que un lienzo con unas casitas extremadamente sencillas, los edificios especiales y los accidentes geográficos.