La historia de Wii
10 años de Wii
Hablando de sus características, habría que destacar que se trataba de primera sobremesa de los de Kyoto que apostaba de forma clara por un sistema on-line, aunque con ciertas limitaciones respecto a sus competidoras, con una tienda digital propia en la que jugar a clásicos o novedades sin edición física. También fue la primera que incluyó y popularizó los ya imprescindibles Mii, esos sencillos avatares que podíamos crear a nuestra imagen y semejanza (más o menos) para luego emplearlos en determinados juegos, y que han adquirido tal fama que a día de hoy no solo están en todas las consolas de la compañía si no incluso en su primera incursión dentro de las aplicaciones para teléfonos móviles. Con todo esto, se pretendía convencer al gran público para que se lanzasen sin reparos a disfrutar de las bondades que ofrecía esta afición.
Y vaya si convenció. A finales de ese mismo año se ponía a la venta en todo el mundo con tal éxito que hubo durante meses falta de stock y la gran N no se veía con los medios suficientes como para reponer con la celeridad adecuada. Era el objeto de deseo de miles de familias, estaba de moda (algo que muchos le reprocharían despectivamente) y un producto estrella con todo lo que ello conlleva. Además, en occidente se vendió con el ya mencionado e incombustible Wii Sports, que era el mejor ejemplo de las posibilidades del Wii Mote y que, gracias al éxito de la consola, ha terminado siendo uno de los juegos más vendidos, y posteriormente imitados, de la historia. El primer año de vida pues, fue francamente prometedor, con altísimas ventas y lanzamientos continuos. Había juegos para todos los gustos, pero lo que realmente la hizo triunfar fueron las propuestas familiares que reunían a padres, hijos, hermanos y abuelas en el salón, sin olvidar hardware de gran calidad y corte más clásico para el jugador tradicional.
Un éxito incontestable
Por si todo esto fuera poco, al año siguiente (en el E3 de 2007) se presentó un periférico que resultaría ser otro fenómeno de masas: el Wii Balance Board, que incluía Wii Fit. Más que un juego, resultó ser más bien una especie de aplicación para realizar ciertos ejercicios de yoga y para, supuestamente, perder peso. Ciertamente, se vendieron muchas de esas tablas y comercialmente funcionaron de maravilla, pero a parte del mencionado Wii Fit este añadido no fue explotado en demasiadas ocasiones más y mucho menos de forma adecuada, por lo que porgresivamente fue quedando en el olvido.
A partir de este punto y si nos salimos de lo estrictamente centrado en el catálogo, la máquina no recibió anuncios impactantes durante un tiempo, a pesar de que seguía siendo un triunfo rotundo a nivel comercial. Sí es cierto que los medios y cierto sector de la industria comenzaron a demonizarla por apartarse de lo que proponían sus competidoras. Esto llegó a su punto álgido cuando en el E3 de 2008 Nintendo realizó una de las conferencias más vergonzosas que se recuerdan por su parte, con Wii Music como la gran estrella del show, que dejó a mucha gente confundida y/o enfadada. Afortunadamente en los años consiguientes se recuperó el pulso e incluso en 2009 se anunció y lanzó el Wii Motion Plus, un periférico que se acoplaba al Wii Mote normal y servía para mejorar su precisión y ofrecer una experiencia mucho más completa que realmente imitase los movimientos del jugador. Se vendría además con Wii Sports Resort, la secuela del Wii Sportsoriginal, que incluía nuevos mini-juegos que explotaban las posibilidades del aparato. Eso también supuso que posteriormente se lanzaran mandos con dicho periférico incluido con el nombre de Wii Remote Plus. Además,Sony y Microsoft terminaron medio dándole la razón al intentar apostar por sus propios sistemas de control por movimiento para tratar de quitarle parte del jugoso pastel del jugador ocasional, aunque su éxito en ese ámbito fue moderado y muy discreto en comparación a Wii.