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El Génesis de Sin & Punishment

O cómo se fraguó la guerra contra los Ruffians.

 
 
 
Génesis

Año 1999. Sony ya había consolidado a Playstation como la marca líder del sector, y con el lanzamiento de Playstation 2 estaba a punto de comenzar la gloriosa segunda mitad de su indiscutible reinado. Por su parte, Nintendo 64 cosechaba unos números de ventas bastante decentes, pero que palidecían ante los de un competidor en su mejor momento. Se decía que Sony había sabido captar a un público más adulto, que sus juegos trataban temáticas más maduras que los que podían encontrarse en otras consolas. Nintendo fue tildada por usuarios y prensa de hacer videojuegos "para niños" y quedó relegada a un segundo plano. Una fama ampliamente extendida en el mercado occidental.

Cierto o no, en Nintendo eran conscientes de que debían tomar cartas en el asunto. Demostrar a sus usuarios de América y Europa que no dependían de third-parties para sacar títulos acordes con todo tipo de público. Vieron necesario limpiar de alguna manera la etiqueta de "Nintendo = Juegos infantiles".

Para tal empresa decidieron confiar en Treasure, la compañía detrás de títulos de acción bidimensionales como Gunstar Heroes, Alien Soldier y Radiant Silvergun. A ellos se les encomendaría crear una superproducción de acción en 3D. Para ello, se les dio un presupuesto mucho mayor a cualquier otro que habían tenido y se les dio total libertad creativa. Por suerte el equipo ya llevaba fraguando un proyecto de esta índole desde el año 1997, tan ambicioso, que no se habían planteado terminarlo en menos de diez años.