Wario Ware: Smooth Moves
Wario ha encontrado la Watuta y le ha dado más usos que a una navaja suiza. Tan exclusivo como siempre, su nuevo juego es la diversión del mes. Conócelo.
Wario Ware: Smooth Moves - Análisis
¡Ese look!
Quizás más que nunca, bañado por la magia de “la Watuta”, Wario viene con un humor desbordante. Como buen representante de la serie, es capaz de arrancarte unas cuantas carcajadas las primeras veces que pruebes algún reto, con las estúpidas situaciones que plantea, o en las excelentes historias de sus personajes.
Éstas, probablemente influenciadas por Intelligent Systems y sus Paper Mario, presentan una calidad sin precedentes, con unas secuencias de animación sobresalientes y un estilo único. Esos trazos gruesos, colores alegres mezclados con blanco y negro, y gestos oportunos se ven bien acompañados del ya mítico diseño de personajes, o de unas músicas realmente bien tratadas. Por ejemplo, la historia de Yaung Cricket recordará, en humor y estilo, a los excelentes trabajos de Tartakovsky en Samurai Jack.
La música del juego, aunque ofrece remezclas de temas “marca de la casa”, no acaba de sorprender por las contadas piezas nuevas. No obstante, es marchosa y actualizada. Los efectos son los de siempre, pero nos sorprenderemos en algunos que sonarán por el altavoz del Wiimote, como la aspiradora o el teléfono. La calidad del diseño se extiende, como siempre, a los propios juegos, incluyendo esta vez, obviamente, más elementos tridimensionales, pero que no pretenden en ningún momento ser de calidad, sino seguir el aire retro y, por ejemplo, mostrar un monigote descaradamente poligonal. Las situaciones han ganado en absurdo y los Miis han intentado darle un toque personal (casi inapreciable). Lo único achacable en el excelente apartado gráfico es el notorio aliasing en algunos objetos 3D (a la izquierda de estas líneas), esta vez algo perfectamente solventable. Ah, y que al final, y como sugirió el equipo en las primeras entrevistas, desgraciadamente no se ha incluido modo panorámico aunque sí progresivo. ¿Alguien sabe porqué?.
“Esta forma sintetiza la sobria dignidad de un payaso circense en medio de un chaparrón de los que hacen época”. ¿Que qué es esto? Pues un ejemplo de cómo se las ha gastado Nintendo a la hora de explicarnos cada postura con la Watuta. Cual documental americano de antaño doblado en el Sur, es uno de los puntazos del juego.
También hay que mencionar, por tanto, a la gran culpable del excelente humor: la perfecta localización y adaptación de los textos y voces. Las expresiones y chorradas utilizadas parecen creadas en España.
Hasta el manual es un ejemplo de originalidad y sentido del humor.
Conclusión de Orbulon Inherente a cualquier Ware, su mayor distinción es a la vez su mayor lacra: la simpleza de los microjuegos, minijuegos, desarrollo y multijugador lo convierten en una partida única, con marca propia e inconfundible… pero cuya satisfacción a largo plazo depende en gran medida del uso que se le dé al concepto de juego.
Si sabes de qué va, y lo disfrutas, es compra obligada, una obra llena de curiosidades que te dará o pocas horas de juego, o muchas veces esas horas. Recuerda que no es un Party Game, pero si compartes amigos fans de Wario… puede serlo perfectamente.
Sólo esperemos que en próximas ocasiones Nintendo se desvíe de la demostración para aproximarse más a la experiencia original.
Quizás un precio más ajustado lo habría acercado mas a la compra obligada. No obstante, enseñarle al observador o jugador eventual cómo funciona el “recoge basura”, no tiene precio.