Trauma Center: Second Opinion
Las operaciones de Atlus llegan tarde pero con la cabeza muy alta. Así se disfruta interviniendo con el Wiimote.
Trauma Center: Second Opinion - Análisis
Para seguir historia y pruebas se ha ideado una interfaz basada en una línea de tiempo muy interesante, enlazada en el tiempo con las pruebas extra del personaje secundario que mencionaremos al final y cuyo recorrido repasa todos los capítulos pudiendo visualizar una secuencia intermedia o rejugar una operación. ¿Para qué? Pues para superar la marca y calificación conseguida, que es al fin y al cabo el elemento clave para darle vida al juego tras acabarlo. Ojo, si ya es difícil salvar la vida a muchos pacientes, imaginad lo que será hacerlo con calificación "S".
Y las operaciones en sí se presentan mediante la introducción de sencillos modelos 3D tipo "maniquí" dedicados a cada paciente, para después enseñar sus tripas y órganos con un estilo muy agradable, nada visceral y con un aspecto moderno y colorido, siempre apto para sensiblones. Las pruebas son la esencia del juego, nos pondrán de los nervios más de una vez. La dificultad es muy alta, y si esto supone un problema para el comprador (aunque diría que es un aliciente difícilmente hallable en muchos juegos de hoy en día), se ofrece esta vez la posibilidad de jugar cualquier operación en modo fácil, aunque las anteriores fueran en normal. Las intervenciones suelen seguir un procedimiento: abrir al paciente, detectar las partes a sanar/extirpar y cerrarle, y esto cada vez en menos tiempo, cada vez más complicado, o también cada vez más rápido se mueven algunas "versiones" de GUILT. Y digo "suelen seguir" porque las partes más frescas del juego nos propondrán situaciones inverosímiles fuera de la relativa calma de quirófano, por ejemplo usando ingeniosamente una linterna que se queda sin pilas o desactivando una bomba (no es un "spoiler" demasiado grande) en una prueba que por su implementación y diferencia respecto a DS, es de las sorpresas del juego. Volviendo a esa dificultad elevada, diría que es "añeja" en cuanto a que recuerda a esos juegos de los 90 en los que o haces X en el momento justo, o adiós a la prueba. Si la palabra "hardcore" aplicada a los jugadores viniera de "al que se le acelera el corazón", este Trauma Center es uno de los juegos más hardcore que se pueden encontrar en el catálogo Wii. También es verdad que esa dificultad es variable y puede costar mucho la operación 5 pero poco hasta la 8. Una pena que algunas operaciones o más bien sus métodos de resolución se repitan demasiado en ocasiones.