The Legend Of Zelda: Twilight Princess
Aquí está Zelda más grande de todos los tiempos. Una experiencia que ningún revogamer debería perderse. Descubre cómo es vivirla.
The Legend of Zelda: Twilight Princess - Análisis
Y en verdad la exploración será intensa, pues los escenarios, en especial la campiña de Hyrule, son tan grandes que intimidan. El Lago de Hylia es entre dos y tres veces del tamaño de su homónimo en Ocarina of Time , el desierto da una sensación de libertad tremenda. La ciudadela es más grande, está mucho más poblada y hay más cosas que hacer. Será imposible cruzar tan grandes espacios a pie, y tendremos que ingeniárnoslas para acelerar nuestro viaje, bien a lomos de Epona, bien empleando el teletransporte (que se torna como indispensable, y está implementado de una forma muy útil e inteligente).
Como en todo Zelda , podemos diferenciar claramente dos etapas en nuestro viaje. Las primeras mazmorras nos sirven como toma de contacto (aunque ya os avisamos que la extensión y complejidad son equiparables a las de las mazmorras finales del Ocarina of Time ) y para acopiarnos de los objetos más básicos, como las bombas, la zarpa, el Bumerán Tornado, el arco... Es en la segunda etapa en la que el juego cobra mayor profundidad y se comienzan a desvelar más aspectos de la trama.
La historia es de corte épico y se explica mediante cinemáticas, ejecutadas con el motor del juego. Es una trama más complicada que la de otros Zelda , pero siempre dentro de la sencillez que los caracteriza. Es un juego mucho más oscuro que sus predecesores y esto se traduce en que veremos cosas hasta ahora inéditas en la saga. Hay momentos especialmente crudos, sobre todo los relacionados con el Rey del Crepúsculo, un ser oscuro que pretende engullir Hyrule y los reinos de los alrededores y convertirlos en tierras bajo su control. Averiguar el por qué lo hace y cómo depende de vosotros.
Aunque sí podemos decir sin temor a destripar nada que seremos nosotros, encarnando a Link, los encargados de frenar las oscuras intenciones del Rey del Crepúsculo. Ora como un muchacho, escudo y espada en mano, ora como un lobo salvaje, capaz de ver más allá que los ojos mortales.
Aunque si hubiera que quedarse con un solo personaje de este juego nos quedamos con Midna. Sin duda alguna, tocada por la mano de Eiji Aonuma (director del juego y de Majora's Mask y Wind Waker ), aunque en sus comienzos la idea de incluir un jinete para Link lobo fue de Miyamoto. Grandioso hallazgo y racha de aire fresco resulta este espíritu libre y burlón, como sacado de las comedias de Shakespeare.
Un Puk en todo su esplendor: mordaz, despreocupada, egocéntrica, a veces cruel... Un delicioso personaje que nos azuzará, nos hará avanzar sólo para hacerle callar la boca y borrar esa sonrisa de suficiencia de su rostro. Ese colmillo como de juguete que parece burlarse de nosotros, esa risa tan estridente y cercana (sobre todo porque la oiremos por el altavoz del Wiimote) y esa mirada jocosa que nos humilla por nuestra ignorancia. Es un personaje que odias tanto que, al final, no puedes vivir sin él. Forma parte del juego de una forma tan íntima que hablar de Twilight Princess y no mencionarla es como ignorar a Link, Zelda y Epona. Es la extraña pareja llevada al terreno de lo fantástico.
Poco a poco se va estableciéndose un lazo especial entre este personaje y Link. Un lazo que no hará otra cosa que crecer y afianzarse y alrededor del cual giran todos los aspectos de la trama y que no sabremos como termina hasta el último instante del juego. Sin duda alguna, uno de los mejores detalles de este título.