Metroid Prime 3: Corruption
No necesita presentación ni cuestiones: hablemos a fondo sobre la potente e imprescindible aventura de Samus en Wii.
Metroid Prime 3: Corruption - Análisis
Y todo esto, de nuevo, con una presentación y atención al detalle inaudita y que se potencia con las mencionadas secuencias cinemáticas con el motor del juego. Samus está más viva que nunca y se ha aprovechado para que pose muchas más veces en tercera persona, aunque sea sólo para mirar hacia otro lado. La veremos cerrar el puño de rabia, contaminarse, sufrir y llegar a vomitar azul. Veremos la corrupción en sus propios ojos y piel reflejada en el visor. Ahora transmite de otra forma y se enlaza más con el jugador. Los detalles siguen y siguen, a veces te golpearás con lo que extraigas con el rayo enganche (o tendrás que insistir tirando en un movimiento muy realista y físico), verás cómo un robot de mantenimiento te observa sorprendido cuando te cuelas por los conductos hecho bola, pillarás a Rundas vigilándote en la lejanía en Bryyo o a Ridley sobrevolar Norion, incluso escucharás a Iwata si te lo planteas.
Para presentar mundos tan amplios, en la saga se ha utilizado siempre un sistema de división por salas que carga en memoria lo necesario. Por ello encontraremos algunas puertas que tardan más de la cuenta en abrirse, mientras nuestra Wii hace sus ruidos y los piratas aprovechan para freírnos. Sin duda, algunas son superiores a las de Echoes, pero tampoco es un punto horrible. Otras veces, cuando se cambia de entorno completamente, las cargas se disimulan con secuencias como la nave volando o un tren recorriendo una vía. Las de la nave son bastante feotas y artificiales, nada que ver con los magníficos aterrizajes.
Por último, la música de Yamamoto-san vuelve y cumple con su misión de darle tirantez, misterio, rareza o emoción a cada momento del juego, sobresaliendo en diversas pistas como el tema principal o la melodía de Elisya y algunas más peliculeras, pero quizás baja de nivel en algunos escenarios que lo merecerían. Las voces son en un inglés muy notable, una pena que no podamos disfrutar de voces en castellano en un juego tan inmersivo, aunque visto lo visto, éstas son tan buenas que probablemente las preferiríamos.

Conclusión
Un año más se retrasó este Metroid que era de lanzamiento a petición del mismo Satoru Iwata "para que alcanzara el nivel de Zelda". Sin duda, en calidad y trabajo, Metroid Prime 3: Corruption alcanza o supera a la última aventura de Link. Además, es un cierre excepcional de una de las mejores sagas de videojuegos de los últimos tiempos, conjugando con equilibrio acción, aventura, inmersión y arte con un argumento con contenido y ritmo de película. Se mantiene en la fortaleza y unicidad de su concepto, luego hay que quererlo así, sin multijugador y con miles de escaneos, pese a que a muchos les pese: ese concepto es su poder y alegra que no haya perdido confianza en él en esta tercera parte.
Pero su valor principal no es ese cierre, no es que sea un Metroid, ni es todos los apuntes que hemos destacado. El valor principal de Corruption es que te hace jugar de una forma completamente novedosa y por fin precisa, es un juego insignia de Wii, muy necesario y muy importante y el más dedicado a los más clásicos. Además, uno de esos en los que, simplemente, te lo pasas genial. Cómpralo y dejarás de quejarte de tanto juego mediocre durante mucho tiempo.
Segunda opinión, por José Manuel Bringas:
Metroid Prime 3; instrucciones de uso:
Desconectar teléfonos y timbre de puerta. Sentarse en el sofá con las luces apagadas. Coger Wiimote y nunchuck y conectar la Wii. Adentrarse en un mundo absorbente, de escenarios de tremenda belleza que hablan por sí mismos de civilizaciones remotas. Encarnar a Samus Aran de una forma tan realista que deja en pañales todo lo visto hasta ahora en juegos de primera persona (PC incluido). Recorrer mundos, resolver acertijos, desbrozar historias de antiguos pueblos perdidos, luchar frenéticamente contra bestias salvajes o construcciones tecnológicas altamente destructivas. Tener la sensación de estar en un universo vivo, lleno de vida, pero a la vez estar sólo, totalmente solo en nuestra cruzada personal. Sentir el Wiimote como extensión de nuestra propia voluntad. Cerrar los ojos para disfrutar de la música, sublime. Ignorar cada defecto que pudiéramos encontrar, pues Metroid Prime 3 es, sencillamente, tan perfecto como podría imaginarse, la demostración de que Wii va un paso más allá. Desconectar la Wii y preguntarnos de verdad si no ha sido un sueño.
Repetir cuantas veces haga falta.