Donkey Kong Country Returns
Vuelven las plataformas endiabladas. Vuelven los saltos imposibles. Vuelven las selvas, las playas los bosques y las vagonetas. Vuelven los saltos voluntarios a precipicios en busca de un bonus. Vuelve el rey. Vuelve Donkey Kong.
Donkey Kong Country Returns - Análisis
Cómo andar por la selva cuando llevas un cabreo monumental
Básicamente de dos formas, con el mando agarrado de forma horizontal, o con el binomio nunchuk – Wiimando. Pese a que ambos se controlan de forma eficiente, recomendamos la segunda forma, debido principalmente a los movimientos que requieren agitar el mando. Estos movimientos irán tanto aporrear tanto suelos como techos con violencia, rodar como una pelota para ganar velocidad y eliminar enemigos, o soplar sutilmente elementos del escenario que pueden ocultar secretos. Como vemos, el mono es todo sutileza, y ya sea a bofetadas como soplando, el agitar el mando de Wii y el nunchuck nos permitirán interactuar en muchas ocasiones con los escenarios. Pero estos no serán los únicos movimientos de Donkey Kong. Al repertorio que ya se conoce, hay que añadirle el poder escalar agarrándose a superficies cubiertas de hierba, lo que permite que podamos movernos tanto por techos como por paredes verticales con total solvencia.
Otro de los movimientos casi esenciales del juego es con el que nos obsequia amablemente nuestro compañero de penurias y palizas, Diddy Kong. 
A diferencia de las otras entregas, el jugador no podrá alternar entre el gorila o el pequeño mono de gorra roja. En vez de eso, Diddy viajará a lomos de Donkey, y cuando estemos en el aire, nos proporcionará un movimiento de planeo con su jet pack, simplemente dejando pulsado el botón de salto. Ciertamente muchos seguidores acérrimos de la saga verán el hecho de no poder manejar a Diddy un gran fastidio, pero realmente al final la fórmula funciona fenomenal, además de que se evitan ciertas licencias gráficas que se tomaban antaño, como que gorilas del tamaño de Kiddy se quedasen mágicamente flotando en el aire mientras Dixie planeaba. El manejo de Diddy quedará relegado a un segundo jugador cuando se decida jugar la aventura en multijugador cooperativo, el cual sigue ofreciendo las mismas dosis de diversión que las anteriores entregas de la saga.
La indomable y misteriosa naturaleza
De todas formas, andar por la isla de Kong sigue siendo algo peliagudo, quizás más que en otras aventuras. Es por eso que se le ha proporcionado energía extra a Donkey en forma de dos corazones (hasta cuatro cuando está con Diddy), para que la aventura sea más soportable.
Esto, al contrario de lo que muchos puedan pensar, no facilita en demasía el juego, ya que tanto el diseño de niveles como la cantidad de elementos hostiles que nos encontraremos a lo largo de los niveles harán que perdamos vidas, en ocasiones, a un ritmo alarmante. Y es que en Returns el saber medir los saltos es fundamental, debido a que el título introduce una novedad consistente en que podremos impulsarnos en un enemigo sólo si pulsamos el botón de salto en el momento exácto. Esto puede parecer anecdótico a simple vista, hasta que te encuentras niveles que se centran básicamente en salvar barrancos, pinchos y distancias imposibles tan sólo saltando sobre nuestros enemigos (así, literalmente). El juego ofrece una gran variedad de situaciones que sorprende al jugador a medida que avanza, como huídas montados en barriles autopropulsados, los clásicos carros mineros, o avanzar a toda pastilla por un templo en el que el suelo tarda tan poco en aparecer bajo tus pies como en desaparecer.