Estamos comprados
Y tú también lo estás.
¿Podría un título como alguno de esos ejemplos ser una obra calificada con un 9 en la prensa? La respuesta, tal y como está la situación, es simple: casi nunca. Y eso no debería ser así, ya que algo muy bueno que esté bien hecho, pulido, que divierta a su público objetivo y que esté bien planteado y tenga el contenido adecuado puede ser digno merecedor de dicha calificación. Es un error muy común pensar que sólo los juegos hardcore que “gustan a la mayoría” del sector de jugadores, como GTA, Call of Duty o Fallout pueden obtener esas calificaciones altas. Eso consigue que al final idolatrar ciertas sagas empequeñezca a otras; y que muchas veces no haya vuelta atrás y una saga que ha empezado con buen pie siempre vaya a tener buenas valoraciones - e incluso se les permita tener muchos más errores sin criticarlos severamente, mientras que hay otras que pese a ir mejorando poco a poco nunca van a llegar a generar esa misma atención.
Un ejemplo del pasado año: Metal Gear Solid V ha sido vendido como el último de la saga, el que ha sacado lo máximo de Kojima, toda la oda a un trabajo de varias décadas, un proyecto de dimensiones imperiales y, sólo por eso, la mayoría de redactores estaban preparados para no bajar del 8 sólo con que el juego respondiera bien a controles. Al final las notas han sido excelentes y frases como “es un juego que todo el mundo debería jugar” consiguen que luego llegue un comprador, sea o no seguidor de la serie, y se encuentre con que para él es del montón, incluso del montón para abajo. Somos personas y hay gustos, con lo cual puede haber un 10 o un 0 en un juego de coches, en un RPG o en un beat’em up. No existe una calificación que haga que un juego sea bueno o malo para todo el mundo, y eso es un error que al final despista al comprador, pero es un fallo que el usuario que hace critica también comete al expresarse, y a veces hasta de mayor manera.
Las notas de los videojuegos no le hacen justicia a la industria, sean de usuarios o de medios. Ésa es una realidad brutal, y por ello sitios como Metacritic al final acaban siendo más visitados que los medios en sí para ver los números. No solo eso, sino que al final esa nota, junto con su texto acompañante o párrafo resumen, es la impresión que queda del juego y todo lo demás no importa nada, provocando que a veces un juego de 7 ni sea tenido en cuenta por un comprador cuando tras una buena lectura más de uno se plantearía positivamente su compra. ¿Para qué dedica alguien su tiempo a escribir varias páginas de texto si al final no importa nada? No voy a ser tan drástico porque sé que hay gente que lee los análisis, pero también hay una gran cantidad de usuarios que, por el motivo que sea (puedo llegar a entenderlos), no lo hacen y toman una decisión basada en pocas palabras.
En nuestra vida sería algo así como si un amigo nuestro llega y nos dice: “tienes que comprarte este juego que es la leche”. Además de que podéis tener gustos distintos o no, seguro que tú respondes con lo siguiente: “¿Por qué?”. Y ese es el problema final, que haya parrafadas, resúmenes con nota o lo que sea, lo que se debe responder es el porqué del juicio que has emitido, y sobre todo, teniendo en mente que todo puede ir para un público objetivo que, ya sea de mayor o menor tamaño, no tiene por qué incluirnos a nosotros. No compréis juegos solo porque todo el mundo diga que es el GOTY y, sobre todo, no critiquéis de “mierda y punto” de cara a otras personas todo aquello que ni pincharíais con un palo vosotros; para otro puede ser su camino a una diversión que le puede durar meses o años. No os dejéis engañar, el problema no es ni de prensa ni de compañías, al final el problema es de los jugadores como individuos que, guste o no, estamos comprados.