[E3-2010] Shaun White Skateboarding – Impresiones
Aquí sólo falta la nieve.
La última medalla olímpica ha tenido que saturar a Shaun White, porque su próximo trabajo con Ubisoft salta de la nieve al asfalto. Este E3, la compañía tenía preparada una demo muy prematura de Shaun White Skateboarding, pero que es suficiente para hacer una idea de lo más importante: los modos de juego y los de control, ambos representados a grandes rasgos.
Entre el modo para una persona y el multijugador hay una diferencia radical de concepción. Mientras que el primero dispone de la calle para hacer el cabra, el segundo es una competición entre varios participantes montaña abajo.
La partida individual sigue el esquema tradicional de los juegos de skateboarding: lánzate a la ciudad y ponte a hacer trucos; por el camino encontrarás misiones que ya irás completando cuando te apetezca. Tras los minutos iniciales para dominar el patín y practicar unos saltos, decidí adentrarme en el primer reto. Una vez más, como en sus predecesores, al objetivo inicial se le suma un secundario que aporta un premio mucho mayor. Consistían sencillamente en superar los 500 y los 2.500 puntos en un tiempo limitado, algo sencillo si se tiene experiencia con este deporte en videojuego.
La diferencia con el resto es que al principio hay pocas rampas, barandillas o half-pipes para sacar puntos. Su apuesta son las transformaciones del terreno sobre la marcha que van modificando el aspecto de la localización y abriendo más y más posibilidades, o permitiendo accesos a nuevos secretos. Cuando pasas por las flechas naranjas indicativas, se produce una explosión de color que, por ejemplo, hace que aparezca una fuente y unas barandillas en mitad de una plaza, necesarias para acceder a los raíles de un zepellin.
Mucho más sencillo es el multijugador, que consiste en echar carreras rampa abajo, recolectando ítems, haciendo trucos y lanzando objetos a los rivales. Son para cuatro jugadores y podrían llegar a ser anecdóticas por el problema de control que siempre ha acusado este título: que sólo se puede conectar una Balance Board.
Porque si todo el juego se parece al de snow, el control más. Con la tabla todo es conducir con naturalidad y sin preocuparse por el equilibrio, aunque sólo estaba disponible en el multijugador. Para ejecutar los trucos hay que saltar (levantándose levemente de ella) y pulsar "A", "B" o "A+B", dependiendo del truco que apetezca, mientras se redistribuyen los pesos por el periférico. El sistema es bueno y funciona a la perfección con el snow, ya veremos cómo acaba cuajando aquí. Con el como Wiimote más Nunchaku es mucho más sencillo. El joystick sirve para girar, un impulso hacia arriba para saltar y los botones para las mismas combinaciones de trucos.
Aunque esta versión no estaba para hablar de gráficos, debido a la gran cantidad de bugs y problemas que daba, ya que estaba montada sólo para el evento, hay un par de conclusiones que se pueden sacar. La primera es que tira por la vistosidad, ya que las transformaciones del terreno van acompañadas de mucho color. La segunda es que va a empaparse al máximo de Shaun White Skateboarding, ya sea en el sistema de presentaciones y menús previos como en los movimientos y diseños interiores. Se nota el reciclaje de algunos elementos que otorga cierta continuidad al título, como si se tratase de la tercera entrega de la serie, pero sin nieve.
Dicho esto, queda claro que la primera impresión es que el salto de Shaun White de la tabla de snow a la de skate no parece que vaya a ser tan grande. No, hasta que podamos profundizar en el modo de juego individual, que debería otorgar esa libertad que al primero le faltaba. Además, si hereda todo lo bueno, que era mucho del de la nieve, Shaun White Skateboarding puede subir una vez más el listón de los deportes con Balance Board en Wii.
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