[E3-2010] Man vs Wild (El Último Superviviente) - Impresiones
A las impresiones desde el E3.
Una de las rarezas que va a dejar esta generación de consolas llega de la televisión, concretamente del programa de consejos de supervivencia del ex militar británico Bear Grylls. En el programa (Man vs Wild en Estados Unidos, El Último Superviviente en España y A Prueba de Todo en América Latina), explica con su propia experiencia qué hacer en situaciones extremas: cómo beber orina si falta agua, cómo dormir dentro de un camello en el desierto, cómo cruzar zonas pantanosas, cómo cazar serpientes y qué parte de ellas comer, etc. Aunque no esté necesitado y esté planificado, Grylls realmente hace lo que hace, aunque después se vuelva a su caravana a dormir.
Crave Entertainment se ha traído a ambos a la feria para que toda la gente conozca cómo se estructurará esta aventura interactiva. Aunque no pude coincidir con Grylls por cuestiones de horario, sí que tuve la ocasión de echar una partida a una versión de Wii en pañales, tras explicar que no estaba interesado en jugar en Xbox 360, consola en la que el juego estaba mucho más avanzado.
Supervivencia en la Patagonia, en Las Rocosas, en el Sáhara, en Jungle Island o en las marismas de Florida. El Bear Grylls muñecote se deja caer de un helicóptero en alguno de esos parajes y, aterrice donde aterrice, el objetivo es llegar al punto de rescate sano y salvo. La gente de Crave nos dijo que los escenarios son enormes y, dependiendo de dónde caigas, ocurrirán unas cosas u otras. Es la forma en la que ellos han buscado una regujabilidad muy prolongada. En ese descenso ya comienza la partida, puesto que se pueden mover Wiimote y Nunchaku para que haga piruetas y consiga puntos. Después habrá que dirigir el paracaídas, función aún no disponible.
Al llegar a tierra firma se desata el caos, se abren los mil caminos y llegan los peligros. A la barra de salud hay que sumarle la de agua, así que mientras se avanza hay que buscar recursos. Mi partida empezó junto a un río, y decidí avanzar tierra adentro. De repente, una serpiente me atacó y para deshacerme de ella bastó con acercar un QTE bastante sencillo. En la versión final podrá decidirse si guardarla para comida o desecharla. Unos metros más adelante había un tronco para cruzar una catarata, así que allí me fui. Tras subir, pulsando "Z", había que mantener el equilibrio subiendo y bajando los mandos. Fue tan difícil que tras cuatro o cinco muertes decidí cambiar de camino y lanzarme a escalar una pared (no todas se pueden escalar). Basta con dar al joystick hacia arriba, hasta que comienzan los desprendimientos y hay que agarrarse a otra roca. En esta situación, girar el Nunchaku sirve para mover la cámara y buscar el mejor saliente para continuar.
Una vez arriba había dos opciones, o lanzarme por una cuerda en tirolina o continuar por un mínimo saliente. Lo importante es que en el juego esa cuerda no estará ahí, sino que será el propio jugador el que tenga que construirla para poder avanzar. Ese mismo proceso tuve que hacerle en el siguiente paso. Unas rocas juntas en el suelo marcaban el mejor lugar para hacer un fuego, y como Grylls siempre lleva su barra de magnesio, con recoger unas piñas secas y unos palos por el entorno y colocarlos juntos siguiendo otro QTE bastó. El fuego serviría para cocinar y, por tanto, poder comer y recuperar salud. Además, el personaje irá subiendo de nivel y adquiriendo habilidades a medida que se consigan más puntos, o lo que es lo mismo, podrá abrir nuevos caminos en los escenarios.
No es muy obvio cuándo puede o no puede hacerse algo, así que si hay alguna opción aparecen los botones que habría que pulsar ("A" si son cosas de acción, "Z" si son de saltar o pasar). Como vimos, el sensor de movimientos también tendrá sus usos, siempre lógicos, y no se quedará atrás el puntero, aunque funcionaba aún muy mal en esta demostración.
Y es que la calidad técnica del título es lo que más asusta, y necesita mucho trabajo antes de llegar a la tienda. Porque la forma de llevar este programa a la realidad parece la más adecuada y su jugabilidad es muy intensa, con el tiempo echándose encima y siempre algo que hacer. Sumado a la rejugabilidad que debería tener y a un uso de los controles muy ricos, Man vs Wild (El Último Superviviente) puede terminar siendo un juego único y peculiar, que al menos se merece un poco de atención.
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