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[CGC09] Impresiones de Spyborgs

Con gran sabor a clásico.

Al principio todo podría indicar que Spyborgs es un juego infantil, y en cierto sentido así es. La estética, los personajes, la historia... Todo parece enfocado a esa audiencia que empieza en este mundillo y que busca una experiencia rápida y sencilla para pasar al siguiente producto de moda. Sin embargo, si profundizamos mínimamente nos damos cuenta enseguida que es un título de la vieja escuela, que se aproxima al jugador tratándolo de forma inteligente. Un producto pulido y bien tratado, con multitud de buenos detalles y que rebosa calidad por los cuatro costados.

En esencia, Spyborgs es un beat'em up clásico. Tres personajes a elegir: uno lento y fuerte, otro débil y rápido y un tercero intermedio. Cada uno con sus propios ataques y golpes especiales. El juego da facilidades para cambiar de uno a otro, incorporando variedad al desarrollo de nuestra partida, e incluso dándonos la oportunidad de adaptarnos a las situaciones o nuestra forma de jugar.

Los gráficos se mueven con una gran fluidez y tienen gran cantidad de detalles y efectos de luz. Todo tiene pinta de dibujo animado, con su dosis justa de "brilli brilli". Spyborgs es un título que, ciertamente, entra por los ojos muy bien. Suceden gran cantidad de cosas en la pantalla, sobre todo si estamos jugando con un amigo, y la acción no se ralentiza lo más mínimo. Es cierto que a veces podemos perder de vista a nuestro personaje por culpa del tamaño de algunos enemigos, pero tampoco es que importe demasiado, ya que podemos solucionarlo con un salto o derrotándolo rápidamente.

Un aspecto muy importante en Spyborgs, es la cooperación entre los jugadores. Podemos realizar una serie de combos especiales basados en QTE (quick time events o, dicho en cristiano, escenas animadas, normalmente espectaculares, en las que nosotros sólo intervenimos realizando una acción cuando el juego así nos lo indique) con el Wiimote o el Nunchuck. Si los dos jugadores realizan el movimiento de forma correcta, la animación se completa y el resultado es un ataque realmente devastador. Esto puede que no sea del todo necesario en los combates normales de los niveles, pero sí será importante a lo hora de acabar con los gigantescos enemigos finales a los que Capcom nos tiene acostumbrados en sus juegos.


Otra característica que añade variedad al desarrollo es la capacidad que tenemos de desvelar objetos y enemigos invisibles a priori. Normalmente nos daremos cuenta de que hay algo porque aparecerá a nuestro lado un contorno traslúcido. Será nuestro deber marcar ese punto y agitar el wiimote para desvelar que nos oculta el escenario. Podrá ser una palanca que activa un puente para seguir avanzando, un power up que nos recupere algo de vida o nos haga más fuertes de forma temporal e incluso una traicionera bomba que estalle a los pocos segundos y nos quite una buena porción de nuestra barra de vitalidad si no estamos atentos. Todo esto resulta muy divertido ya que muchos de estos secretos tendrán que ser activados en medio de los combates, añadiendo más variables a tener en cuenta durante los enfrentamientos. También puede haber enemigos que se aprovechen de esta invisibilidad, y antes de derrotarlos, deberemos anular su invisibilidad: ¡habrá que ir con cuidado!

Los escenarios tendrán también su parte de protagonismo, ya que podremos afectar a muchos de ellos con nuestros golpes, disparos y explosiones. Sobre todo habrá que tener cuidado con las barandillas, muy, muy sensibles a los golpes, y que pueden propiciar que nos precipitemos al vacío si damos algún paso en falso.

Pero, sobre todo, Spyborgs es un juego divertido. Un juego que se ve y se siente de maravilla y una demostración más de lo que Capcom puede hacer cuando a Wii se la toma en serio.

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