El desastre de Wii U no impide a Nintendo tener beneficios
Nintendo 3DS y la cotización del yen vuelven a salvar sus cuentas.
Nintendo sigue navegando con viento a favor sobre un yen a la baja para tapar el horrible resultado que está cosechando Wii U. Vistos los datos, parece una estrategia completamente planificada.
La compañía empezó el año fiscal 2014 igual que terminó el 2013, con benficios limpios a pesar de tener pérdidas en el negocio, pequeñas para su volumen. Entre el 1 de abril y el 30 de junio de 2013 Nintendo facturó 81.548 millones de yenes (630,2 millones de euros), un 3,8% menos que en el mismo periodo del año anterior. La razón principal es que Wii U no ha sido capaz de compensar lo que ya no se vende de Wii, a pesar de ser novedad.
El negocio de los videojuegos y el merchandising dejó pérdidas por 4.924 millones de yenes (38,1 millones de euros), la mitad que en 2012. La otra diferencia es que entonces la divisa aun cotizaba al alza y eso provocó pérdidas operativas, mientras que ahora Nintendo le saca beneficio a cada dólar y euro que vende, por lo que el resultado final ha sido una ganancia limpia de 8.264 millones de yenes (63,9 millones de euros).
De dónde sale el beneficio y de dónde las pérdidas
Las pérdidas operativas tienen dos razones de ser, una mejora del beneficio y un aumento del gasto. El ingreso llega principalmente porque Nintendo 3DS va bien, como se puede comprobar de las ventas de su hardware y de su software (consultar noticia relacionada), es cada vez más rentable para sus productores y además está despuntando en los mercados occidentales y ya no depende solo de lo logrado en Japón. Esto ayuda aun más a sacar rendimiento al cambio de divisa. Concretamente, en el primer trimestre Nintendo facturó un 63,7% del total fuera de sus fronteras, todavía lejos de ese 90% de 2008.
Sin embargo, la empresa aduce que ha hecho un fortísimo gasto en publicidad para lograr esas ventas y ese posicionamiento de Nintendo 3DS, que se suman las necesidades para relanzar Wii U. Lo explica de forma concisa el informe:
"Las pérdidas operativas fueron 4.900 millones de yenes porque los gastos totales de ventas, generales y administración superaron al beneficio operativo debido al incremento en la publicidad y la promoción de Nintendo 3DS en los mercados internacionales y en la investigación y desarrollo del software de WiiU".
La nueva consola, solo con un juego first party lanzado por territorio, deja pérdidas por unidad vendida, por lo que su no-venta es a los resultados igual de negativa que su venta, aunque esta situación es un lastre a futuro.
Por otro lado, también hay que mencionar otro factor de mejora de rentabilidad, las descargas. La facturación digitial se multiplicado por 2,5 en relación al mismo trimestre del año anterior. Desde entonces se han puesto en marcha dos nuevos mecanismos de ingreso, la eShop de Wii U y los DLC.
Se mantienen los 100.000 millones de yenes
No obstante, la directiva mantiene todos los valores a futuro presentados al cerrar el ejercicio anterior. Continúa con la idea de dar la vuelta a las cuentas para terminar marzo de 2014 con 100.000 millones de yenes de beneficio operativo y 55.000 millones de yenes de beneficio neto. Para lograrlo deben aumentar las ventas hasta casi el billón de yenes, una cifra que han superado varios años, pero que llevan tres sin alcanzar.
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