Need For Speed: Carbon
El juego de tuning por excelencia llega con un buen lavado de cara intentando superarse a sí mismo, regresando al estilo de sus antecesores Underground y añadiendo las persecuciones policiales de la saga Most Wanted. Comentamos su historia, sistema de juego, manejo de control y apartado gráfico; descubre además todos los detalles de Need for Speed Carbono, el juego tuning de nueva generación.
Need for Speed Carbono - Avances
Electronic Arts se estrena en Wii con multitud de juegos, todos ellos pertenecientes a sus sagas. Una de las más explotadas es la deportiva Need for Speed. Sin embargo, para el acercamiento a la nueva generación se han sacado un as de la manga, Carbono, una interesante mezcla de las opciones presentadas en el pasado.
La historia
Nos llega esta nueva entrega con el título de Need for Speed Carbono, haciendo referencia al Carbon Canyon, uno de los tres imponentes cañones que recorreremos durante el juego. Tendremos nuestra propia banda y junto a ella nos debemos hacer con el control de la ciudad, conquistándola barrio por barrio mediante enfrentamientos con nuestros vecinos rivales. Se disputa así una guerra de carreras que tendrá lugar, jugándote tu reputación y tus territorios, en cada curva de los temidos cañones. Además disfrutaremos de la variedad de carreras que ya pudimos probar en anteriores entregas, como los drags, circuitos o drifts.
A todo esto se le añade la adrenalina de escapar de la policía corriendo con total libertad por toda la ciudad, tal y como ya se demostró en NFS Most Wanted.
“Lo que se empieza en la carretera, se termina en los cañones”, así es como podemos resumir la historia de este juego tuning de nueva generación.
Las modificaciones
Antes del comienzo de nuestra aventura por las calles, se nos da la oportunidad de elegir entre varios modelos de coches, al igual que pasaba en los anteriores juegos aunque este año se presenta un cambio al respecto. La novedad en este apartado la encontramos cuando nos dan a elegir entre tres clases de vehículos, los llamados Muscle (típicos coches americanos de gran cilindrada), Exotic (coches de lujo como la escudería Lamborghini) y por último los Tuners (marcas de categoría media como Mazda o VolksWagen). Además, la conducción variará bruscamente dependiendo del tipo de vehículo.
Los de EA nos dan esta vez un abanico más amplio donde poder elegir, pero esto no lo es todo, ya que una vez elegida nuestra clase y coche, pasamos al apartado de las modificaciones, en el que se ha introducido el nuevo sistema Autoescultura. Consiste en modelar a nuestro antojo cada pieza instalada previamente en nuestro coche; así se puede, por ejemplo, multiplicar el número de radios de cada llanta o ensancharla por cualquiera de sus partes, añadir nuevas tomas de aire y editar su grado de apertura, bajar los faldones hasta casi rozar el asfalto o agrandar los tubos de escape. Este nuevo sistema nos permite personalizar nuestro coche con millones de combinaciones diferentes, siendo así prácticamente imposible toparnos con dos coches iguales.
Éste es un nuevo añadido al juego, que suplementa a las posibilidades que nos ofrecían en anteriores entregas, como instalar kits de ensanche o “maquillar” nuestro coche con vinilos tanto de serie como personalizados. Si los anteriores Need for Speed se caracterizaban por las carreras, opciones tuning y por las persecuciones policiales, ahora es cuando NFS Carbono recoge todo lo exitoso de cada juego y lo eleva a su mayor exponente.
Elección de clases, más y nuevos vehículos, cientos de piezas y componentes para instalar, vinilos, neones, kits de ensanches y el nuevo sistema Autoescultura, es lo que nos ofrecen este año para personalizar nuestros coches a conciencia y con un resultado de millones de combinaciones posibles, harán que el salto a la nueva generación sea un gran acierto para todos aquellos amantes del tuning.