The Wonderful 101
El tapado de Wii U, obra del genial Hideki Kamiya
Impresiones Project P-100 - Avances
De todos los rumores anteriores al E3 ninguno acertó en esto. Platinum Games tenía escondido un juego exclusivo para Wii U que publicará Nintendo, tan raro y esperanzador como acostumbra esta compañía. De momento se llama P-100, y es un título de acción con cierta estrategia que comanda el genial Hideki Kamiya, conocido por Resident Evil 2, Devil May Cry, Okami o Bayonetta, uno de los directores más valorados de Japón.
Hay que pararse unos minutos delante de P-100 para entender bien de qué trata. Es una especie de fusión entre Viewtiful Joe, otra de las genialidades de Kamiya, y Overlord. Del primero se empapa de los combates rápidos, del estilo artístico de superhéroe cutre pero molón y de la presentación empachosa. Del segundo, el acompañamiento de criaturas más maporreras que habilidosas. Precisamente por eso se distingue de Pikmin 3.
El primer impacto al llegar a la Wii U con este juego fue muy chocante. De entrada, los gráficos no son nada resultones, aunque su escena de perspectiva isométrica esconde más de lo que se ve. Todo parece confuso, pasa demasiado rápido y casi sin un orden lógico. Y la cosa es todavía peor cuando coges el mando y te enfrentas a varios comandos táctiles más los de botones.
Un estilo de juego propio
Cuenta la historia que una raza alienígena ha invadido la tierra. En las imágenes además se puede ver que los invasores cuentan con robots y criaturas gigantes. A la humanidad solo le queda un camino, salvarse a sí misma. Los enemigos son tan fuertes que ni los superhéroes pueden con ellos uno a uno… pero sí en grupo.
La primera parte de P-100 consiste precisamente en trasformar a todo el mundo en parte de la batalla. A medida que vas caminando por la calle te vas encontrando con gente corriente, asustada, gritando sin saber dónde huir, pero si les atrapas con tu lazo les darás valor y les convertirás en superhéroes de andar por casa, suficiente para que se sumen a tu grupo, te sigan y unan fuerzas contigo para conseguir algo más grande. Y qué menos que dibujar ese lazo en la pantalla táctil con el dedo.
Así es como el jugador consigue hacerse con su pequeño ejército, que en la demo llegaba hasta las medio centenar de unidades. Cuanta más gente se sume, mayores serán las habilidades colectivas y el poder de ataque y defensa, que ya de por sí era variado en esta partida. Siempre saltando entre lo individual y lo colectivo, entre los botones y la pantalla táctil.
Tras unos cuantos rivales de pequeño tamaño llega la realidad de P-100, robots grandes o gigantescos con una buena esfera de vida. Para tumbarles habrá que usar golpes especiales que se ejecutan mediante la pantalla táctil, son tan divertidos como llamativos. En la pantalla del mando aparecían tres columnas, cada una con un dibujo que corresponde a una acción colectiva: puño, espada y pistola. Cuando llega el momento basta con dibujar sobre estas columnas y pulsar ‘a’, y tus personajes se colocarán formando una estructura mecánica a base de humanos que pueda usar su líder, muy al estilo del “cojotrón” de Padre de Familia.
Aunque claro, todo sería muy fácil si este poder estuviera siempre a mano. Se gasta, tan rápido como se acaban las pilas que puedes ver en la parte superior de la pantalla. Para volver a usarlo hay que utilizar ataques corrientes. Tú puedes controlar al líder y hacer sencillos combos con un botón y mandar al resto a atacar a un enemigo con otro.
También se puede esquivar, hacer una formación de defensa en forma de gelatina… son todas estas opciones de ataque las que hacen que P-100 sea como un beat’em up camuflado.