Mario and Donkey: Minis on the Move
Contenido por una tubería.
Impresiones - Mario and Donkey Kong: Minis on the move - Avances
Mario and Donkey Kong: Minis on the Move impresiona. La primera toma de contacto con este juego no puede haber sido mejor, y hay muy pocos juegos que con apenas unos instantes ya te da la sensación de que estás ante un verdadero juegazo. Eso sí, nada que ver con historias épicas y mazmorras fantásticas. Este juego es una oleada abrumadora de rompecabezas bien diseñados y adictivos que prometen atrapar a muchos nintenderos en cuanto salga.
Estamos ante un juego que ha eliminado todo rastro de historia y que se limita a poner al jugador delante de cuatro tipos de puzles y ante un puñado de entretenidos minijuegos. La clave es crear una curva de dificultad creciente y asegurarse que el jugador tiene esa sensación de `sólo un puzle más´ que dura hasta las cinco de la mañana, cuando te das cuenta que has estado jugando durante seis horas seguidas, manejando juguetes y enfrentándote a la locura.
Hay cuatro modos de juego principales: Mario en Marcha, Palacio en Marcha, Revuelta de Minis y Enredo Selvático. En todos ellos el objetivo es guiar a uno o más juguetes con la forma de Mario (podemos escoger también que sea Pauline, Toad…) por un circuito y que llegue a salvo a la tubería de turno. En cada escenario hay recolectables que serán necesarios para conseguir pasarse el escenario por completo y en muchos de ellos está el aliciente de ser a contrarreloj, por lo que además de tener perspicacia también contará la agilidad mental.
En cada categoría los puzles son de dificultad creciente. En los primeros aprendemos la mecánica, pero en los últimos ya habrá que hacer malabares con muchos más elementos que podrán a prueba a los jugadores más sesudos. La oferta de puzles no es absoluto pequeña. Los tres primeros modos de juegos suman 200 puzles distintos. El último modo de juego sólo ofrece tres, pero tan grandes que será necesario movernos por su superficie para asumir toda su extensión.