¿Y si... Sega Saturn llegase a la Consola Virtual de Wii U?
Repasamos algunas de las joyas presentes en el catálogo de Sega Saturn.
Guardian Heroes
Treasure, conocida por los usuarios nintenderos por sus Sin & Punishment, también dejó su impronta en el catálogo de Saturn con este Guardian Heroes. Un beat ´em up de scroll horizontal de esos que tanto abundaron en la época de Mega Drive, pero con ciertos elementos de RPG.
En Guardian Heroes controlamos a un joven grupo de guerreros (Han, Randy, Nicole y Ginjirou) que encuentran una espada encantada, dando comienzo a sus peripecias por el mundo. Pero el camino a seguir por estos guerreros no nos venía marcado, sino que era el propio jugador el que elegía la ruta que consideraba más oportuna, algo que terminaba desembocando en alguno de los varios finales con los que contaba este juego de Treasure.
Virtua Fighter 2
Toca hablar del juego más vendido de Sega Saturn, el aclamado juego de lucha 3D creado por Yu Suzuki que en su secuela para arcades y sobremesa traía consigo novedades palpables a simple vista. La más notoria de todas era su apartado visual, ahora con una texturas más suavizadas, entornos tridimensionales y unos personajes con una mayor carga poligonal.
Virtua Fighter 2 nos enfrentaba en combates 1 contra 1 con algunos de los 12 luchadores que había en total para elegir, pero al contrario que en otros juegos de lucha de la época como Street Fighter II o Fatal Fury, aquí no había ningún tipo de ficción durante los combates. Pero a su favor tenía que, al igual que su antecesor, cada personaje contaba con su propio estilo de arte marcial.
Como curiosidad, a mediados de ese mismo año (verano del 96), SEGA lanzó al mercado europeo una versión super-deformed de VF2 denominada Virtua Fighter Kids en el que los personajes tenían un aspecto más cabezón e infantil. Básicamente era el mismo juego, pero con movimientos más veloces, combos más fáciles de ejecutar y tras características que lo hacían más accesible para los más peques de la casa.
Sega Rally Championship
Probablemente uno de los mejores y más adictivos arcade de conducción que han pasado por una consola. Con Sega Rally Championship nos encontrábamos ante una adaptación del mítico juego de salones recreativos que tantas monedas se engulló durante la segunda mitad de los noventa.
Pocas veces un juego tan falto de vehículos y escenarios ha sido tan grande como lo fue en su día este juego obra de Tetsuya Mizuguchi. Porque las dosis de adrenalina y diversión eran inversamente proporcional a su escaso número de opciones. Y es que por sus excelente apartado gráfico, su música, sus físicas o por lo que sea, cuando uno se podía al volante del Toyota Celica ya no había quien te apartara de delante del televisor hasta superar el siguiente checkpoint, hasta lograr aprenderte ese circuito de memoria o hasta superar ese récord que se te había atragantado. Game Over, Yeah!
NiGHTS Into Dreams
Por extraño que parezca, un año y medio después del lanzamiento de Saturn la consola seguía sin su buenas dosis del erizo azul y para cubrir su ausencia los chicos del Sonic Team nos presentaron a NiGHTS, un peculiar bufón volador procedente del mundo de los sueños.
Adentrándonos en las pesadillas de Elliot y Claris, NiGHTS Into Dreams nos brindaba la oportunidad de disfrutar de un mundo tridimensional. Eso era cuando controlábamos a uno de estos dos jovenzuelos, porque una vez nos poníamos a los mandos de NiGHTS la cosa cambiaba. El entorno tridimensional se mantenía pero la jugabilidad se quedaba limitada a un vuelo por un plano bidimensional. Dos navidades más tarde de su lanzamiento, las del 97, nos llegó a Europa su expansión: Christmas NiGHTS. Un disco promocional con temática navideña repleto de contenido extra y de modos de juego ausentes en el NiGHTS original.