Explorando KnapNok Games
Nos subimos a Splory para conocer mejor a los creadores de Affordable Space Adventures.
Hace un par de semanas que me llegó un extraño folleto al buzón. La verdad es que lo que contaba me dejó perplejo: que si viajes por el espacio a un precio atractivo para el bolsillo, que si explorar un planeta en no-sé-dónde con mi propia nave y reclamar los nuevos descubrimientos como míos… Todo muy raro, oiga; pero consiguió llamarme la atención. Los autores de esta curiosa campaña venían de Uexplore, una empresa de la que, si os soy sincero, no he oído hablar en la vida. Pero soy un tipo curioso, así que un par de días después indagué y vi que acababan de cancelar ese programa de exploración espacial por una serie de polémicas con las instituciones, que dicen que esas expediciones no son seguras aún. Al menos, para compensar, los de Uexplore empezaron a ofertar un viaje más seguro e inofensivo. Una visita a las instalaciones de KnapNok Games, su principal proveedor. Otros dicen por ahí que no, que son un estudio de videojuegos que ha desarrollado un tal Affordable Space Adventures ¡Pero da igual! En el tour me dejaban subirme a su nave mascota, Splory, así que ya sólo por eso me apunté a la visita.
Llegado el día, me subí nervioso a un avión que me llevó hasta Copenhague, donde la tal KnapKok Games tenía su sede. Como la ciudad no es demasiado grande no tardamos mucho en llegar y una vez allí un chico con evidentes rasgos de vikingo (qué fácil es tirar de topicazos) pero con más pinta de brindar con un cuerno de hidromiel por Odín que de blandir un hacha nos llevó a un hangar (que más bien parecía un garaje; pero mantengamos las formas) donde se hallaba Splory.
Como os podéis imaginar, jamás en mi vida había pilotado nave alguna más allá del paripé hecho en alguna cabina de un salón arcade. No fue problema, Splory se controlaba desde un curioso volante con sticks, gatillos, botones y una pantalla táctil desde donde podía controlar todas las funcionalidades de la nave. No sabría deciros por qué; pero aquel volante me resultaba familiar. La cuestión es que era muy completo, podía encender cualquiera de los dos motores de la nave, orientar la linterna, manejar la apertura de los conductos de ventilación y hasta arrojar bengalas. Desgraciadamente, habían vaciado la reserva de éstas porque por lo visto ya alguna vez habían producido algún incendio accidentalmente. Me aseguraron que las bengalas que instalarán en futuras naves emitirán luz pero sin uso de fuego ni pirotecnia para evitar un nuevo desastre similar.
Embarcado ya en Splory, aquel chico de KnapNok Games me fue explicando un poco la historia de la compañía. Me enseñaron trabajos de todo tipo para plataformas tan diversas como iPhone o Kinect. Desde luego no eran un equipo que se dedicara únicamente a hacer naves. De hecho, me contaron que la especialidad de KnapNok Games era probar todo tipo de controles e interfaces y sacarles partido de forma original y, a ser posible, exprimiendo su componente social. Entonces llegamos a un terreno que me era más familiar. En el historial de KnapNok Games se encuentran Paint Splash, un programa para Wii que permitía dibujar sobre la televisión usando el Wiimote (o varios ya en un dibujo multiautor), y Spin the Bottle, que como el nombre indica pues sí, se trataba de un juego de girar una botella en el mando de Wii U para someter a los elegidos a todo tipo de pruebas descabelladas (seguro que alguno de vosotros lo ha jugado, granujillas). “Estos tipos tienen que estar chalaos” - pensé.
Tras este breve paseo a través de la historia de KnapNok Games pude entrar en contacto con el resto del equipo. Estaba en lo cierto: vaya una panda de chalaos. Pero chalaos entrañables al fin y al cabo, buena gente ellos. En su mayoría provenían del grupo Copenhagen Game Collective, que ya de por sí reflejaba ese interés por explotar los videojuegos como forma de relación social más allá de lo que figurara en una serie de pantallas. El equipo era reducido, joven y según parecía bastante compenetrado. Respondía a la perfección a la idea que podemos tener de estudio independiente, ya que no sólo hacían sus propios juegos en un entorno más cercano y familiar, sino que la propia concepción de los mismos huía de los convencionalismos. KnapNok Games no se centraba en ningún género en concreto ni buscaba el rebufo de una tendencia de juegos que estuviera de moda. Ellos simplemente querían elaborarse su propia ruta y explorar (como no podía ser de otro modo si hablamos de Affordable Space Adventures) cómo sacar provecho de un nuevo tipo de control a través de sus propias ideas y combinarlas con esa siempre presente dimensión social que debían manifestar sus juegos.