La evolución de Super Smash Bros.
¿Cómo ha crecido la famosa saga Super Smash Bros. en estos quince años?
Super Smash Bros cumple 15 años y lo hace de la mejor forma posible, sacando a la venta sus dos nuevas entregas: Super Smash Bros for 3DS y Super Smash Bros for Wii U. Muchos han sido los cambios y las novedades que han introducido ambos juegos en la saga pero, ¿acaso no hicieron lo mismo sus predecesores?
Super Smash Bros fue desarrollado en 1998 por HAL Laboratory, un desarrollador second-party de Nintendo. Su vida comenzó como un prototipo creado por Masahiro Sakurai y Satoru Iwata en su tiempo libre y al que titularon Kakuto-Geemu Ryuoh. Éste, originalmente, no contenía personajes de Nintendo, pero Sakurai propuso la idea de incluirlos y tanto Iwata como los desarrolladores del juego confiaron en él y apostaron por la idea. De esta forma nació Super Smash Bros para Nintendo 64, donde por primera vez veremos a personajes de Nintendo como Mario, Donkey Kong, Fox, etc., en un videojuego de lucha. En principio este juego era exclusivo para Japón debido a su bajo presupuesto, pero gracias a su éxito pudo ser lanzado en todo el mundo.
El concepto que ha hecho triunfar a Super Smash Bros es muy sencillo, integrar un género como la lucha con un sistema de batalla totalmente distinto al de los tradicionales, asociarlo a la estrategia de cada jugador al utilizar los objetos y mezclarlo con la gracia y la personalidad característica de los personajes de Nintendo, desde los más conocidos y tradicionales como Mario y Link hasta otros que toman un papel más secundario en su saga original como Jigglipuff. Además, tanto la música como los escenarios están inspirados en videojuegos de Nintendo lo que hace que se cree un entorno muy particular. De hecho, algunas piezas han sido tomadas de forma directa de su juego original y no han sido modificadas.
Super Smash Bros, empieza el combate
Todo empezó en 1999, con Super Smash Bros para Nintendo 64, un título que destacó por tener un nuevo sistema de batalla totalmente distinto al de los juegos tradicionales de lucha. En éste, 2 o más personajes (hasta 4) pelean en diferentes escenarios mientras tratan de sacar a sus oponentes del escenario. Para esto, hay que tener muy en cuenta unos medidores de porcentaje que comienzan en 0% y se incrementan cuando los personajes reciben daño, porque a medida que incrementa el porcentaje es más fácil arrojar más lejos al personaje. De esta forma, cuando un personaje es arrojado fuera de los límites de la pantalla pierde una vida o un punto dependiendo del modo de juego en el que se esté jugando. Este sistema es el utilizado en todos los juegos de la saga.
Esta entrega, al igual que todas las demás, constaba de dos modos de juego para elegir en el menú: el de un jugador o y el de multijugador. En el primero el jugador debe luchar contra oponentes hasta llegar al combate contra el jefe final, el último obstáculo para completar el modo. Sin embargo, hay que destacar que si el jugador conseguía completar algunos requisitos especiales tenía la oportunidad de luchar contra un personaje desbloqueable. De esta forma, tenía la posibilidad de conseguirlo para siempre y poder utilizarlo en cualquiera de los modos de juego. Este modo constaba de nada más y nada menos que 5 niveles de dificultad y será llamado Modo Clásico en las siguientes entregas de la saga. Por otro lado, en el modo multijugador el jugador podía jugar combates hasta con otras 3 personas más siguiendo las reglas específicas predeterminadas por los jugadores. Este modo, a su vez, contaba con dos modos de juego: por tiempo y por vidas. En los combates por tiempo cada jugador podía ser enviado fuera del escenario infinitas veces mientras durase el tiempo establecido, mientras que en el modo por vidas el juego duraba un tiempo indeterminado y terminaba cuando sólo quedase un jugador con vida.