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Conoce a tu cibernaranja

Otra forma de ver San Valentín

Un año más, el catorce de febrero vuelve a hacer acto de presencia en nuestros calendarios. El día de San Valentín, de las parejas de enamorados, del consumismo y de los regalos (nintenderos) para vuestras novias y novios. Pero como ocurre cada año, no todos pueden presumir de haber sido tocados por las flechas de Cupido.

Pero para estos últimos existen, principalmente en Japón, otras formas para conseguir una cita y ganarse el corazón de la dama o varón de turno, aunque sea de forma virtual y recurriendo a un simulador de citas (o ren´ai game). Un género desconocido en occidente, pero muy arraigado en tierras niponas, con múltiples subgéneros y temáticas que varían según al público al que vaya dirigido.

El género está presente en multitud de plataformas y las consolas de Nintendo tampoco se han librado de tener una larga lista de títulos pertenecientes a los diversos subgéneros de los simuladores de citas. Muestra de ello es esta pequeña recopilación en forma de cinco juegos clasificados por sus distintas variantes del género.

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Bishōjo: Tokimeki Memorial

Dentro de los diversos tipos de simuladores de citas, los bishōjo son los que mueven un mayor número de seguidores. Un género enfocado a una audiencia masculina, con atractivos personajes femeninos de estética manga y muchas veces relacionado con la pornografía. Precisamente esto último no suele ser lo habitual en los bishōjo y en el caso que nos ocupa, el de los juegos lanzados para las consolas, este tipo de contenidos están prohibidos en el país de los samuráis.

Pero si alguien os preguntara cuál es la saga bishōjo históricamente más importante, lo más probable es que la respuesta fuese Tokimeki Memorial. Una franquicia que se inició en PC Engine durante 1994, pero que rápidamente se expandió a otras plataformas, entre ellas a Super Nintendo. Aunque la calidad gráfica y el sonido del juego se redujo drásticamente con la adaptación para la sobremesa de los de Kioto.

En cuanto a la historia, venía ser la típica de siempre, con el protagonista (al que había darle un nombre y una serie de datos personales) empezando su andadura en el instituto. El objetivo era seducir a la amiga de la infancia, pero entre medias el jugador podía aumentar sus habilidades escolares y deportivas del personaje, así como conocer a una docena de chicas. Pero había que tener ojo, porque el conocer a más chicas no hacía más fácil el flirtear con ellas, más bien todo lo contrario.