Carátulas de Videojuegos: el Arte Perdido
Las carátulas de videojuegos a través de los tiempos.
Las carátulas de videojuegos son un compañero fiel que ha acompañado desde el principio de la industria al jugador, a pesar de que hoy día pueden parecer compañeras anodinas, ocultas en las estanterías de nuestra tienda o biblioteca de títulos, con su papel reducido al de un simple adorno para la caja (o ya ni eso, al existir el formato digital). Por todo esto, siempre es sano recordar que hubo un momento donde tuvieron un papel crucial.
Caratulas de videojuegos de infancia
Volvamos por unos momentos a la era pre-internet, a aquel mundo donde si se quería estar informado sobre el mundo de los videojuegos había que comprar revistas a nivel mensual, donde las novedades presentadas en un E3 podían estar copando editoriales meses después de la feria y donde la información era mucho más limitada en general. Había usuarios (entre los que me incluyo con una edad bastante temprana) que, aparte del boca a boca, tenían una forma muy especial y que casi se ha perdido de indagar sobre juegos.
Hablo de la inmersión directa en una tienda (mi recuerdo personal es de una pequeña, de las de barrio) y observar las carátulas de cada título de manera individual, como si de un escaparate a lo que se iba a encontrar en el juego se tratara. Usar la ilustración de portada como una presentación de aquello a lo que se enfrenta el jugador. Hubo una época donde la riqueza en el contenido de las mismas hacía palidecer con creces el estilo gráfico de los títulos.
A pesar de que no trabajara en el ámbito relacionado con Nintendo, se podría considerar casi un crimen hablar de carátulas de videojuegos en una web española y no mencionar a Alfonso Azpiri, dibujante español que hizo algunos trabajos para las cajas de cintas de Spectrum. Las obras que firmaba, aparte de tener ese feeling estético de la época, y cada uno de sus trabajos es una obra que quita el sentido, convirtiéndose en un referente nacional en este tipo de arte. Firma un libro titulado `Spectrum´ donde se pueden encontrar todos los dibujos que hiciera para ilustrar juegos de dicha plataforma.
Volviendo al punto de partida, para aquel público que no podía disponer de análisis, referencias, valoración, notas y una comparativa de opiniones con un usuario a golpe de click, el hecho de una portada que atrajera la mirada, con gancho y contundencia en su representación pictórica, engrandeciendo la atmósfera del título, podía ser un factor determinante en su compra. Además, todas se adaptaban a los cánones estéticos del momento.
Por ejemplo, las carátulas de videojuegos clásicas de los Castlevania, aparte de representar a un Drácula que bien podía ser Cristopher Lee, mostraban a unos Belmont con un aspecto que recordaba un montón al de héroes como He-Man. Lógicamente, su nivel de detalle espoleaba la imaginación del jugador, intentando cuadrar esos gráficos 8-bit en un universo similar al que mostraba la ilustración. Hoy día, con sus entregas en Nintendo DS como principal exponente en la compañía de Kyoto, la saga ha dado un pequeño giro hacia la estética manga, dando cabida a un amplio elenco de personajes en sus carátulas. También está ahí el estilo de Mercury Steam con las últimas entregas de la franquicia, la saga Lords of Shadow que debutara en 3DS con Mirror of Fate.
Por otro lado podemos ver el curioso caso de Megaman, que tuvo unas carátulas en sus primeros títulos que podrían definirse como horrorosas, tanto en sus versiones PAL como Americana (que también estaban diferenciadas por la época). El pobre tuvo que bregar con unas portadas que poco o nada tenían que ver con el juego, mostrando a un Megaman deformado, con un colorido estridente y poco fiel a lo mostrado en el juego y que incluso carecía de su característico cañón buster en el brazo. Todo un caso curioso que a las buenas o a las malas se ha ganado un hueco en la memoria de los jugadores.