Xenoblade Chronicles
El poder de Monado estrena el catálogo exclusivo de New Nintendo 3DS.
Xenoblade Chronicles 3D - Análisis
Mantén a tus amigos cerca
Ya nos hemos topado con algún que otro elemento fuera de lo común en Xenoblade Chronicles 3D. Tenemos una mecánica de combate que mira de tú a tú a la de muchos MMORPG y en la que influye directamente el sistema de equipamiento; dividido en cabeza, tronco, brazos, piernas y, cómo no, armas (propias de cada personaje), así como unas gemas potenciadoras que tendremos que forjar a mano. Pero hay un toque, ya mencionado, que le da mayor profundidad a este sistema: la afinidad. A medida que luchemos y realicemos misiones, estrecharemos lazos con los personajes que formen parte de nuestro grupo, esta mayor conexión llevará a que nos desenvolvamos mejor en batalla con ellos. Por lo que alternarlos puede ser algo fundamental si queremos formar una cuadrilla bien consolidada y lista para afrontar cualquier batalla.
Otro componente diferenciador de este RPG es la total inexistencia de objetos curativos. Así es, olvídate de llenar tu inventario con pociones, antídotos y demás parafernalia. La vitalidad de nuestros protagonistas se rellena de forma automática una vez estamos fuera de combate, sin embargo, durante este, necesitaremos realizar habilidades curativas en caso de que nuestra salud roce límites peligrosos.
Un momento, frena, ¿has dicho misiones? Exacto, misiones. Estas serán el motor que hará que nos desplacemos por la infinidad de parajes que alberga este título de la portátil. Además de las misiones primarias, que sirven para hacer evolucionar la trama, tenemos misiones secundarias que nos darán recompensas de todo tipo, incluyendo experiencia e incluso mejoras en la afinidad tanto con los personajes que nos acompañan como con aquellos que requieren nuestra ayuda. Algo que también nos permitirá desbloquear conversaciones con las que "cotillear" y conocer un poco más sobre las relaciones interpersonales entre nuestros protagonistas.
Por culpa de todos estos elementos, así como de algunas otras tareas secundarias que no vamos a contar para no destripar nada de la trama de Xenoblade Chronicles 3D, su duración puede superar fácilmente las 80 horas. Y, si eres un fanático de los 100%, prepárate, porque verás fácilmente como esta se multiplica mientras te pierdes por el mapeado en busca de ese objeto o enemigo a abatir para conseguir tu objetivo.
Pura magia audiovisual
Hablar de las mecánicas de juego de este RPG y de su fantástica historia quedaría bastante cojo si pasáramos por alto la sublime banda sonora que posee. La obra de Manami Kiyota, Yasunori Mitsuda, el grupo ACE+ y la genial Yoko Shimomura desborda calidad por los cuatro costados. Cada tema, cada uno de los acordes, coros y composiciones que componen la totalidad del conjunto musical de este RPG meten al jugador de lleno en la situación que se está viviendo, acompañando de forma ideal a los momentos clave de la historia o incluso a los de exploración. Todos aquellos que juguéis por primera vez a Xenoblade Chronicles recordaréis ese momento en el que el juego os dice "ahora comienza tu aventura" con tan solo empezar a escuchar una de sus canciones más conocidas.
Y lo mejor es que, visualmente, también da la talla. La obra de Monolith Soft ya sorprendió a los usuarios de Wii por la majestuosidad de sus escenarios. Más de una vez te preguntarás, ¿podré llegar a esas cataratas de ahí?, ¿podré subir a ese altísimo monte? Sí y sí, podrás explorar cada rincón, cada recoveco que veas en el mapeado, algo que además te dará experiencia. Y es que no lo decimos en vano, estamos ante un juego enorme, tan grande que resulta irónico que encaje tan bien en una consola portátil.
Lejos de quedar atrás, New Nintendo 3DS logra transmitir esa misma sensación que trajo la versión original, y no solo eso, sino que la mejora gracias a un efecto 3D que, aunque algo limitado, nos invita a formar parte de la historia de Xenoblade Chronicles 3D de manera mucho más cercana, disfrutando aún más las fantásticas cinemáticas que desenvuelven su trama.