The Legend of Zelda: The Wind Waker HD
¡A todo trapo! Llega un nuevo y viejo Zelda.
The Legend of Zelda: The Wind Waker HD - Análisis
Un aliado inestimable
Pero el cambio más importante de esta revisión no es el gráfico, que como hemos dicho se limita a actualizar lo ya conocido, sino el mando. El Wii U Gamepad se erige como el gran protagonista y sólo gracias a sus funcionalidades únicas es capaz de hacerle sombra a la perfecta ergonomía del mando de Game Cube (sí, mejor que el de Xbox 360).
La pantalla se convierte en una aliada inestimable para programar los botones y ver el mapa. El menú es claro y es más fácil de usar que un chupete. Basta con arrastrar y colocar en el botón que queramos usar el objeto. En otra de las pestañas, está el mapa, tanto el de las mazmorras como el del océano, y con un rápido vistazo podemos orientarnos sin problema. Por último, está la pestaña de Miiverse, donde se pueden escribir mensajes en una botella y compartirlos a través de la red social y que aparezcan físicamente en el juego de nuestros amigos o de forma pública.
Los sensores de movimiento del mando también se usan en el juego, siempre que la vista cambie a primera persona. El catalejo, el gancho, el arco… son todo objetos con los que ahora el jugador se puede mover a la vez que apunta, no con un stick, sino moviendo el mando. Realmente es una opción que gana puntos siempre y cuando se trate de acciones algo pasivas, como apuntar tranquilamente a un enemigo o un objeto estático. Si la acción implica algo más de movimiento, como en medio de una lucha, la verdad es que puede resultar algo engorroso y estorbar, más que simplificar. También resulta inexplicable por qué no se ha empleado este control con el cañón de Mascarón Rojo, que sigue bastante contraintuitivo.
También hay algunas opciones menores escondidas, como quitar el control por movimientos, invertir los ejes y, la favorita, limpiar la pantalla de botones e indicadores salvo los imprescindibles, dejándonos disfrutar de los gráficos sin elementos que los ensucien, como botones o mapas.
Finalmente, está la opción estrella de Wii U, el Off-TV. Un simple botón y ya tenemos a The Legend of Zelda: the Wind Waker HD corriendo en la pequeña pantalla del mando. Le damos otra vez al botón, y la partida vuelve a la televisión. Todo de forma instantánea. Eso sí, mientras el juego esté en la pantalla inferior hay que olvidarse de las opciones de mapa e inventario siempre visibles: habrá que pausar la partida, como antaño.
A precio de novedad
Hemos llegado a la conclusión de que The Legend of Zelda: The Wind Waker HD es una adaptación a las HD bien hecha en la mayoría de sus puntos. Los gráficos, pese a no ser exactos a los originales, siguen transmitiendo lo mismo; el mando es una gran incorporación y la aventura básica es tan genial como lo era hace diez años.
Y ahí está el problema. Salvo en dos detalles, ya mencionados en el análisis, nos encontramos ante un trabajo que se limita a reciclar. Nos parece una idea magnífica que este clásico se vuelva a poner de moda y es de verdad un deseo que lo jueguen personas que no lo conocían de antes, pero hay que ser honesto para con el consumidor: 60€ por este título es una verdadera exageración. No es justo cobrar a precio de novedad un título que sólo se ha puesto al día, no incluye realmente nada nuevo y no supone ningún aliciente al viejo jugador salvo el hecho de volverlo a disfrutar.
Que quede claro que el precio no hace de este The Wind Waker HD mejor o peor juego. Sin embargo, considero que es una política errónea hacer pasar por nuevo algo que no lo es.
Conclusión
The Legend of Zelda: The Wind Waker HD no decepcionará a nadie que le gusten los Zelda. Los jugadores nuevos descubrirán una joya, con sus defectos, pero con virtudes de enorme peso que los empequeñecen. Los viejos jugadores disfrutarán revisitando Initia, Taura, Isla Dragón y el resto de localizaciones del juego en alta definición y con el nuevo mando.
Eso sí, las supuestas mejoras jugables no lo son tanto como podría parecer y se siguen arrastrando defectos del pasado que podrían haber sido solventados por la potencia superior de Wii U. Sigue habiendo pocas mazmorras y las misiones secundarias son algo deslavazadas. Pero que quede claro que nada esto importaría demasiado si no fuera porque el juego sale a precio de novedad y, como tal, hay que exigir algo más que pasarle un pañito para quitar las telarañas.