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The Last Story

La última historia de Wii

The Last Story - Análisis

La isla de Lázulis

Lázulis es la ciudad-isla sobre la que se desarrolla toda la trama de The Last Story. Se trata de un emplazamiento con un gran interés táctico para el imperio en su lucha contra las razas enemigas y, además, de un foco importante de comercio. Así pues, en las diferentes tiendas de la ciudad se pueden comprar armas, armaduras, tintes para la ropa, flechas para la ballesta y materias primas sujetas a especulación para negociar con ellas ya que, a veces, los mercaderes ambulantes las venden a precios especiales y según los eventos de la historia alteran su valor en el mercado. Se puede negociar incluso con calabazas de cosecha propia. Además, abundan los artesanos capaces de tasar y mejorar nuestras armas y armaduras si les pagamos y les proporcionamos algunos objetos especiales. Esto es de vital importancia en el desarrollo de la aventura de Zael y sus amigos, tanto que las armaduras, sin ninguna mejora, apenas tienen diferencias entre sí. Tampoco es conveniente descartar las armas del principio, pues a quizá en un futuro obtenemos un objeto que permite mejorarlas y volver a dejarlas aptas para su uso.

Desde el menú de tintes se puede personalizar la apariencia de cada uno de los mercenarios mediante el uso de diferentes coloraciones o la omisión de ciertas partes de la vestimenta. ¡Incluso hay tintes de invisibilidad -es decir, para ir en ropa interior- para los más provocativos!

Análisis The Last Story Wii

Por otro lado, los habitantes de Lázulis muchas veces necesitan ayuda y nos piden favores encargándonos misiones. Es una lástima que no haya ningún registro o memoria de éstas para evitar el olvido involuntario de algunas o concretar los objetivos. El mapa se puede usar para viajar de un punto a otro de la ciudad u otras localizaciones, aunque no de una forma tan eficiente como la ya vista en Xenoblade Chronicles. También se pueden revisitar las mazmorras ya superadas, presentando enemigos más poderosos y nuevos objetos. Unos cuadrados rojos indican la dificultad de cada mazmorra, así como la del Coliseo de la ciudad. Conforme se avance en la aventura, los diferentes habitantes de Lázulis van alterando su trato hacia Zael, pasando del absoluto desprecio inicial a una progresiva admiración.

La historia de The Last Story está dividida en capítulos numerados, introducidos por un narrador que también pone voz al cierre de cada uno. Estos capítulos pueden ser de naturaleza obligatoria o de carácter secundario siendo, a su vez, posible hacerlos en diferente orden. Cada uno tiene asociados unos acompañantes distintos y nos permite profundizar en las relaciones entre el grupo de mercenarios, así como conocer la historia y obtener recompensas interesantes. Por otro lado, en determinados puntos del juego se tiene  la opción de elegir varias respuestas pero, por obligaciones de la historia, sólo una es correcta dejando las otras en meras ocurrencias cómicas. Aunque es divertido, le resta sensación de libertad al juego. La duración de The Last Story supera las 25 horas y el jugador promedio seguramente tarde aproximadamente unas 15 en llegar a la mitad, atendiendo a misiones y capítulos secundarios de forma ocasional.

Premiando al jugador

The Last Story dispone de un sistema de puntos de control que se complementa con la partida guardada. En cada nueva zona, el juego guarda su estado en un bloque especial reservado para estos puntos de control y, aunque es recomendable guardar siempre que veamos un punto de guardado, si pasa cualquier cosa se puede empezar directamente desde el último. Cualquier cosa puede ir desde que un enemigo nos derrote, hasta que se vaya la luz en el vecindario. Todo un acierto hecho pensando totalmente en el jugador y donde se demuestra el cariño que se le ha puesto al juego. Y, por si fuera poco, Mistwalker implementa también multijugador online tanto cooperativo como competitivo que por desgracia no hemos podido probar porque, a día de hoy, todavía no están activos los servidores europeos. Se conoce, no obstante, que en el modo cooperativo se pueden completar diferentes situaciones de la historia, generalmente combates, con la ayuda de hasta 5 jugadores más (haciendo un total de 6) de una forma parecida a lo ya visto en Monster Hunter Tri. En el modo competitivo, los jugadores deben luchar sin cuartel durante cinco minutos ganando aquél que consiga acumular más victorias. El equipo de los personajes en este último modo viene de forma predefinida. La sala de combate, por otro lado, es la pantalla en la cual cada jugador prepara tanto las partidas cooperativas como las competitivas con los otros jugadores mediante chat de texto basado en frases creadas por nosotros de forma libre. 

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