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The Last Story

La última historia de Wii

The Last Story - Análisis

Hace 25 años nació, de la mano de Hironobu Sakaguchi, el primer Final Fantasy. Esta obra concebida como última oportunidad para salvar su carrera de programador y a su empresa en aquel momento fue la que, inesperadamente, le llevó a convertirse en uno de los desarrolladores más famosos de todo Japón hasta que, finalmente, una serie de errores y desavenencias dentro de Squaresoft le llevaron a fundar su propio estudio, Mistwalker. Muchas son las voces que señalaron que, tras su marcha, su saga murió. Y también los que piensan que la elección del nombre para el presente título no es casual, sino una clara declaración de intenciones: The Last Story es la reencarnación de los Final Fantasy clásicos.

Sin embargo, cuando coges el mando por primera vez, te das cuenta que, aunque alberga ciertos parecidos, el nuevo título de Mistwalker es totalmente diferente a sus anteriores trabajos y posee una gran personalidad. El estilo artístico abandona las manos de Amano y Nomura y se vuelve mucho más oscuro, sin dejar de ser precioso. ¡Incluso la pantalla de título es espectacular! Sakaguchi y su equipo, asesorados por la mano de Nintendo, han apuntado con ambición y acierto no solamente a igualar a los mejores Final Fantasy, sino a superarlos y desbancarlos con The Last Story, uno de los mejores juegos del catálogo de Wii.

Análisis The Last Story Wii

Un RPG muy peculiar...

Apenas unos segundos tras el arranque del juego nos vemos envueltos en pleno combate, en medio de una misión. Esto deja patente la importancia del genial sistema de batalla que, partiendo de una base similar a la de Xenoblade Chronicles, consigue mezclar géneros tan dispares como la estrategia en tiempo real, la acción al más puro estilo Gears of Wars y el RPG de acción con gran acierto y maestría. Zael es el único personaje que se maneja durante la mayor parte del tiempo. Con él podemos cubrirnos de los ataques enemigos tras los obstáculos del escenario, infiltrarnos en sus líneas sin que nos detecten, dispararles con la ballesta, interactuar con el escenario u ordenar a nuestros aliados que lo hagan, etc. Además, conforme avance la aventura se van obteniendo nuevas habilidades entre las que destacan magnetismo, vendaval, el modo estratega y el contraataque.

Magnetismo sirve principalmente para atraer la atención de todos los enemigos sobre Zael, lo que ayuda a los hechiceros a lanzar tranquilamente sus sortilegios. Los sortilegios, por su lado, se expanden en círculos mágicos, cada uno con sus efectos, que se pueden dispersar mediante el uso de algunas habilidades como el ya nombrado vendaval. Si se dispersan los círculos enemigos se anula su efecto, mientras que si se dispersan los aliados se consiguen efectos especiales aunque llevan consigo el agotamiento del hechizo. También es posible ordenar a nuestros aliados que tomen determinadas conductas en batalla o incluso que realicen ataques especiales, otorgándonos bastante control sobre el combate. En el campo de batalla contamos muchas veces con un gran número de aliados, incluso algunos personajes sin nombre que la guerra ha convertido en nuestros compañeros temporales.

Zael puede atacar, bien avanzando hacia el enemigo en el modo normal, bien pulsando el botón A en el modo manual. El modo normal, que recuerda a los viejos juegos del género roguelike, es más poderoso y permite tener más botones libres para esquivar. El modo manual, en cambio, nos otorga más control sobre la dirección de los ataques amén de una mayor frecuencia de éstos. Se puede cambiar tanto de modo de control como de equipación en cualquier momento, incluso durante el combate, permitiendo elegir el modo que se adapta más a cualquier situación. Además, el botón R permite cubrirnos de los golpes y, avanzada la historia, realizar un contraataque.

Cada personaje dispone, además de los habituales puntos de salud, de cinco vidas. Cada vez que se agote su salud, pierde una vida y queda momentáneamente inconsciente. Si las pierde todas, queda incapacitado hasta el final del combate. Si Zael queda incapacitado, la partida acaba. No hay objetos de campo como pociones por lo que la curación depende los magos o de objetos en el escenario que sirvan para eso, como bombas especiales o fuentes de salud.

Análisis The Last Story Wii