Super Mario 3D World
Super Mario 3D World ya está aquí para salvar a Wii U.
Super Mario 3D World - Análisis
Un mundo inmenso para descubrir
Por primera vez en la historia de los videojuegos, Mario se puede mover libremente por el mapamundi, descubriendo secretos, consiguiendo monedas, etc. Los mapas no están tan detallados como en la saga New Super Mario Bros., pero gracias a la fantástica música que los acompaña, pronto pasa a segundo plano. Habrá quien prefiera las pantallas de arranque características de los anteriores juegos de Mario en 3D pero, desde luego, el mapamundi cumple su función. Es directo, sencillo, y ofrece una pequeña dosis de exploración.
Los niveles son más variados que nunca y han sabido trasladar todas las experiencias bidimensionales de Mario, así como gran parte de las tridimensionales. Hay límite de tiempo, para no dormirse en los laureles y darle sentimiento de urgencia a la exploración, y varios objetos que conseguir. Las tres estrellas verdes están bien escondidas, aunque no será tan difícil verlas como cogerlas. Mejor guardada se halla la estampa, objeto que proporciona una pegatina que podemos usar en Miiverse para decorar nuestros mensajes a mano. Pero la exploración no acaba aquí y se recomienda investigar los niveles a fondo, por lo que pueda pasar.
Aparte de los tradicionales niveles de plataformas, también hay algunos de conducción de Plessie, un dinosaurio gigante que hace acto de presencia sustituyendo a Yoshi, bastante divertidos pero poco numerosos. En otros niveles, el horizonte nos perseguirá (tal y como sucede en algunas pantallas de la mayoría de Super Mario en 2D). Hay también algunas fases de puzle, en las que manejamos a un Toad incapaz de saltar que necesita conseguir cinco estrellas, y otras fases de desafíos cortos. Cada nivel debe ser completado, generalmente, en 500 segundos, aunque algunos exigen un poco más de presteza. Como colofón, aparte de los trajes, Mario y compañía pueden interactuar con varios objetos del escenario, como detallaremos más adelante.
Por otro lado, la curva de dificultad es muy progresiva y está tan bien medida como lo estuvo en su día la del excelso Super Mario Galaxy 2. Aunque los primeros niveles parezcan muy fáciles, los últimos son muy desafiantes, sin convertirse nunca en un infierno como pasa con algunos juegos. Es divertido de principio a fin y deja una sensación fantástica. Además, tras cada nivel, el juego salva la partida, lo que lo convierte en una opción ideal tanto para partidas rápidas como para otras más intensivas. Para los más torpes, se ha eliminado la súper guía que acompañaba a otros juegos del fontanero, cambiándola por una transformación en mapache que, además, otorga invulnerabilidad. Eso sí, ¡cuidado con los barrancos!
Sin embargo, no es oro todo lo que reluce y Super Mario 3D World no está exento de errores. A veces sucede que, en determinados niveles, cuando caes por un precipicio sin fondo no mueres porque el personaje se queda atascado contra una pared, y tienes que suicidarlo tú mismo. Otro error bastante corriente, de naturaleza similar, es quedarte rezagado en un nivel en los que el horizonte te persigue y ver como no mueres, teniendo que buscar -a ciegas- una forma de morir para poder volver a empezar desde el punto de control. Todos estos errores pueden ser subsanados actualización mediante, redondeando todavía más el resultado de Super Mario 3D World.
El fontanero de las mil y una caras
En el reino champiñón todos los días son carnaval. Mario y compañía incrementan de forma sensible su repertorio de disfraces. En los vídeos los hemos podido ver casi todos. El traje del gato es especialmente divertido, y le da otra dimensión a la forma de explorar los niveles. El traje de hermano bumerán, inspirado en el traje de hermano martillo de Super Mario Bros. 3., tiene en Super Mario 3D World especial importancia, convirtiéndose en una alternativa más que útil al traje de flor, que repite junto al traje de mapache y la seta gigante. Cuando los personajes son golpeados pierden el traje y, si son golpeados sin traje, se vuelven pequeños y vulnerables. La seta normal sirve para revertir esta situación, como viene haciendo desde 1985.
Aparte de los trajes, los objetos del escenario cobran especial importancia. Algunos, como los bloques, se podrán vestir. Eso nos permite transformarnos en cañones andantes y descontrolados que no paran de disparar letales balas, helicópteros y cajas de monedas. También existe un disfraz de goomba, que nos permite pasar desapercibido entre los mismos. Por otro lado, en algunos niveles hay diferentes tipos de pelotas deportivas que se pueden emplear para atacar a los enemigos, destruir paredes, etc. Aunque no hay un traje de bota goomba, tenemos uno parecido que nos permite patinar por superficies heladas a gran velocidad. También hay niveles que tienen jarrones con plantas piraña dentro, descontroladas y agresivas, que atacarán a todo lo que se mueva cerca de ellas, respetando únicamente al portador del jarrón. Eso, unido a las clásicas bombas y a las conchas de caparazón, en las que ahora Mario y compañía pueden introducirse a voluntad, completan el surtido de disfraces y accesorios más grande de la historia de fontanero, dejando como colofón a la cereza doble, objeto que crea clones de Mario. Y si un clon se toma una cereza más, conseguimos 3 Marios. Y si uno de esos clones se vuelve a tomar otra cereza, otro Mario más. Una locura.