Super Mario 3D Land
Todo un ejercicio de 3D.
Super Mario 3D Land - Análisis
Somos muchos los que nos hemos dado cuenta con Nintendo 3DS que las cosas tienen que empezar siempre por el principio, o como dice el refranero, la casa, por los cimientos. Y si estamos hablando de una Nintendo, a lo que nos referimos es simple y llanamente a que el mismísimo día que salga la consola a la venta también lo tiene que hacer un plataformas de Mario. En Wii la cosa se perdonó porque Wii Sports es un pedazo de demostración de lo que se podía hacer con el Wiimote, pero en Nintendo 3DS, ahí ha quedado claro que no.
Has pasado siete meses y medio y por fin podemos hacernos con el tan deseado juego que debe acompañar a una de Nintendo, en este caso, Super Mario 3D Land. Lo de ponerle la parte de ‘Land’ lo han explicado Iwata y compañía muchas veces, pero sinceramente, no tiene nada de aquellos, y más bien es una mezcla entre muchos otros juegos de Mario, con su toque propio, que no deja de ser la forma modélica de utilizar el efecto visual 3D. Han tratado de contentar de un plumazo a los fans de todos los tipos de Mario, viejos y jóvenes, amantes de las plataformas en dos y en tres dimensiones; y esa tarea es demasiado ambiciosa.
El ejemplo gráfico a seguir
La calidad técnica del juego es sobresaliente. No cabe duda de que Nintendo ha puesto a sus mejores ingenieros a trabajar en Super Mario 3D Land para conseguir unos gráficos punteros en la 3DS. Los personajes están modelados con un mimo y animados con una delicadeza que durante la partida podría llegar a parecer que estás viendo vídeos creados con el motor del juego.
Bowser es más duro que nunca, más rudo y animal, y no tan ‘de peluche’ como en sus últimas apariciones en Wii. No puedo dejar pasar lo 'monos' que son los nuevos enemigos creados para esta entrada, como los minidragones o las mariquitas.
Como parte de la influencia de Super Mario Galaxy, muchos escenarios son mundos flotantes, suspendidos en ninguna parte. Una decisión que podría haber complicado el juego al pensar en qué poner ahí, en el abismo inferior, pero que han solucionado con rellenos muy simples, pero adecuados visualmente a cada entorno.
Pero lo mejor es que todo esto está conseguido sobre el mejor efecto 3D jamás visto en Nintendo 3DS. La estabilidad de la imagen es total, y aunque te obliga a seguir mirando de frente la pantalla para poder apreciarlo, el ángulo de visión es mayor que en otros juegos; y además, cuando lo pierdes, no sale una imagen borrosa o mareante, tan solo un parpadeo.
La cámara es fija o casi fija por el componente de plataformas 2D de la jugabilidad, pero hay cierta libertad para graduar el efecto 3D (a un toque, con el d-pad). Supuestamente se puede escoger entre efecto hacia adentro o efecto hacia fuera, pero en realidad no hay tanto cambio entre las dos posiciones, y llega a ser decepcionante cuando esperas un gran boom en tu pantalla superior.