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Story of Seasons

Una nueva vida en el campo

Story of Seasons (3DS) - Análisis

El renacer de Villarrobledal

Para sustentar la agricultura hay un rico e interesante sistema de comercio exterior. Además de las tiendas locales que nos proveen de lo básico, cada cierto tiempo acuden a nuestra plaza comerciantes de otros lares con productos exclusivos de su tierra. Se rigen por la ley de la oferta y la demanda, y cada semana sienten predilección por un tipo de producto, pero si exportamos la misma mercancía constantemente, su valor disminurá. Los comerciantes también aceptan peticiones de productos de temporada para importar a su hogar. A cambio de cierta cantidad de productos con la calidad adecuada, no solo obtenemos un beneficio económico sino que también nos recompensan con objetos e incluso planos, recetas o diseños. Con las exportaciones también mejora nuestra reputación, lo que añade mas objetos al catálogo y atrae a nuevos comerciantes.

Solo podemos vender nuestros productos a los comerciantes de otros pueblos, y de vez en cuando puede que se tomen un respiro. Para esos momentos en los que no nos visitan, podemos abrir nuestro propio tenderete para vender nuestro material a los turistas. Práctico pero muy limitado, solo podemos escoger entre vender al precio base o a mitad de precio. El comercio es realmente entretenido y planificar nuestra estrategia para aumentar las ganancias es de lo mas atractivo.

La personalización es otro factor importante de este título. En primer lugar, podemos reorganizar nuestra granja a placer, añadiendo elementos decorativos o nuevas construcciones mientras las condiciones del terreno lo permitan. Sin embargo, no podemos mover la casa, lo que limita nuestras opciones. Dentro de la casa nos encontramos con el mismo problema, hay elementos que no se pueden mover.

En cuanto al pueblo, los sitios que podemos decorar se limitan a plazas y zonas verdes señalizadas con carteles. Son abundantes y de diferentes tamaños lo que da margen para dar rienda suelta a nuestra imaginación. Pero antes de liberar al decorador que llevamos dentro, tenemos que comprar planos y conseguir materiales. Cuando el dinero no es problema, conseguir materiales será lo que nos lleve de cabeza, es un proceso lento y en ocasiones aleatorio; especialmente cuando se trata de minerales o joyas. En el safari hay un punto de extracción donde podemos minar un limitado número de veces cada día; desde guijarros a piedras preciosas, nunca sabemos lo que nos va a tocar.

Donde mas libertad tenemos es en la personalización de nuestro personaje. Empezando por el pelo, el color o la mirada para acabar con ropa y complementos que tenemos que confeccionar nostros mismos.

La historia de las estaciones

Villarrobledal es un pueblo que nadie conoce, la economía necesita un impulso y el turismo está de capa caída. Tu trabajo consiste en convertirte en el mejor granjero o granjera que el pueblo haya conocido y colocar a Villarrobledal en el mapa. Pero no todo es trabajar duro para construir un imperio, también hay tiempo para relacionarse con los vecinos, trabar amistadas y encontar a tu futura pareja con la que formar una familia. Esta es tu historia, de tu imperio agrícola y de tu familia.

Para mejorar la relación con los habitantes del pueblo basta con hablar con ellos periódicamente, enseñarles un animal que les gusta, cambiar de estilo y lo que nunca falla es hacer regalos, sobre todo si es su cumpleaños. Nunca rechazarán un regalo, pero por su reacción sabrás si has acertado o por el contrario te has granjeado su odio. Otra forma ideal de estrechar lazos es acudir a los eventos donde todo el pueblo se reune para la ocasión. Cuando vuestros lazos sean profundos, se desbloquean escenas en las que llegarás a conocerlos mejor. Los diálogos son ligeros y amenos, con una buena traducción al castellano y una excelente labor de localización pero, para un juego que requiere interactuar constantemente con los personajes, resultan poco variados.

La rivalidad también entra en juego cuando tu objetivo es ser el mejor granjero. Si quieres ampliar tus plantaciones, tendrás que competir con el resto de granjeros por el derecho a utilizar las tierras públicas, cada una dedicada a un tipo específico de cultivo. Tu eliges la condición de la victoria, como puede ser obtener las mayores ganancias o triunfar en el próximo concurso; del mismo modo, una vez has ganado el acceso a una tierra, puedes elegir renovar su propiedad sin tener que competir de nuevo. A diferencia del resto de moradores de la villa, tienes que ganarte el respeto de tus compañeros de profesión. Este se mejora compitiendo y por supuesto, produciendo y exportando productos de calidad.

Nuestros lazos de amistad, pueden ir más allá si dedicamos nuestro tiempo a cortejar y agasajar con regalos a los solteros o solteras que deambulan por el lugar. Entre ellos y ellas encontraremos, con toda seguridad, a nuestra pareja ideal a la cual proponer matrimonio y con el tiempo compartir techo junto a vuestra descendencia.