Rayman Raving Rabbids
Hechos científicos: los conejos sí saben jugar. De cómo un montón de maniáticos conejos se hicieron con el corazón de muchos jugadores. Ah, también sale Rayman.
Rayman Raving Rabbids - Análisis
Modo Puntuación o comúnmente llamado multijugador
Desbloqueada por fin dicha característica, podremos probar todos esos mini-juegos que nos causaron impresión (o no) junto con nuestra familia y amigos. Será casi obligatorio tener un nunchuck por cada mando, ya que muchos de los minijuegos requieren el uso de este accesorio. En poquísimas pruebas usaremos únicamente el Wiimote.
el de baile, a dobles = Wii experience
Así pues, después de elegir el número de jugadores para la partida y personalizar el traje que llevará nuestro Rayman (previamente desbloqueado en el modo historia), que lo transformará en una abuela, un Dj, un mafioso… o una mezcla de todo; procederemos a la pantalla de selección de prueba. Una vez allí, se nos mostrará la forma en que los jugadores comenzarán a jugar: en turnos o simultáneamente. Por desgracia, la escasez de minijuegos que se juegan de forma simultánea nos llevará a elegir las pruebas por turnos casi siempre. El gran problema de tener que hacer esta selección es que la mayoría de las fases suelen duran alrededor de un minuto, con lo que los demás participantes tendrán que esperar pacientemente su turno (en algunos casos demasiado largos tratándose de un multijugador).
No obstante, si los jugadores involucrados en el multijugador se limitan a 2, la diversión se multiplica. Muchas de las pruebas que a 3 ó 4 jugadores debían ser jugadas por turnos, ahora son simultáneas. Así pasa tanto en la mayoría de los minijuegos como en los más divertidos a 2 jugadores: los de baile.
Una inclusión destacable en este modo es la posibilidad de comparar los récords personales con los de cualquier jugador en el mundo en la web de Ubisoft, mediante un código. Una pena que este pequeño añadido no se haya integrado con las posibilidades online de la consola, para más uso y comodidad.
¡Qué ¿majos? son los conejos!
Primeramente, hay que tener en cuenta que estamos ante un juego multiplataforma (aunque enfocado fundamentalmente a Wii) con todo lo bueno y malo que ello conlleva.
Uno de los mayores lastres que parece estar siguiendo a Wii desde el comienzo de su andadura, allá a mediados de noviembre, es la gran cantidad de ports que de momento han surgido para la consola, que hacen que echemos de menos algo más de trabajo en el aspecto visual y no solo un copia-pega desde una versión gráficamente inferior, a la que supuestamente solo han añadido algunos efectos como el trabajado bloom. La incompatibilidad con el escaneado progresivo es otro detalle técnico sin sentido que resta valor al trabajo final. Sin dejar de ser resultón, el conjunto gráfico del juego sobresale por uno de los aspectos más destacables de este Rayman: el diseño.
Ya se venía venir en la interminable (y espléndida) promoción que ha acompañado al desarrollo del juego, hasta su lanzamiento y posteriormente, con las imágenes que iban surgiendo o los magníficos “hechos científicos” que introducían el estilo del juego mediante cortos audiovisuales. Comenzando por tan carismáticos enemigos como son los chiflados de los conejos, los niveles de las pruebas, pasando por detalles de elevada calidad artística como la celda en la que Rayman es retenido, o las pantallas de selección de mini-juegos en el modo puntuación. Todo cuanto se ha plasmado en Rayman Raving Rabbids poseé el aire de vitalidad tan inconfundible en la saga desde sus inicios. El gran trabajo artístico es digno del mayor elogio, tratándose de un título de estas simples características.
Pero no es oro todo lo que reluce, ya que el diseño de las pruebas “tiene trampa”: de 76 minijuegos disponibles en el conjunto, ese diseño es reutilizado en segundas partes de algunos minijuegos y hasta terceras. Se echan en falta más minijuegos “originales”, aunque la calidad de éstos últimos, así como la diversión que proporcionan, superan con creces lo esperado.
Las melodías que acompañan al juego son variadas aunque nada destacables. Reconoceremos algunas melodías licenciadas originales de famosas películas, o “de toda la vida” entre los minijuegos de baile. Por otro lado, el apartado de efectos de sonido sobrepasa a la música en cuanto calidad y cantidad. Oiremos a los conejos reír, gritar, ser golpeados, etc… En cualquiera de las situaciones que se nos presente, un nuevo sonido estará ahí para hacernos compañía (y en algunos casos para guiarnos).