Monster Hunter 3 Tri

Monster Hunter 3 - Análisis

De todas las claves que lo hacen una obra tan sorprendente para Wii destaca por fin el sistema online. A la serie aporta lo que siempre necesitó fuera de Japón, y lo hace no como un extra acoplado, sino como un imprescindible para vivir la mejor experiencia de caza. Y a la consola aporta lo que muchos sabíamos pero nadie hacía: se puede tener algo más allá de los shooters y Mario Kart, con grandes ciudades donde reunirse, con misiones acordes al rango del cazador, con mercado y rarezas para cazar ese monstruo aún más complicado con cuatro amigos. Los límites en el online de Wii siempre han estado para seguir marcándolos, y sólo algunos como el equipo de Capcom se lo han planteado. Se pueden utilizar teclados o chat de voz en un juego que necesita la comunicación y coordinación como el que más, por el enorme reto de sus batallas. Se pueden ofrecer misiones adicionales sin cobrar un duro y añadiendo e invitando amigos sin tener que marcar una ristra de números.

¿En qué otro juego tienes una granja para tus propios recursos en la que puedes, y esto es esencial, decorar a tus cerditos?

En el soberbio conjunto visual que Tri pone en pantalla como pocos juegos lo han hecho en Wii, sí que habríamos apreciado que se hubieran subsanado algunos asuntos aprovechando el salto a la potencia de la consola de Nintendo, sobre todo si afectan al desarrollo del juego. Están las sombras de los animales voladores, que aún no dan pista al cazador de su posición, y su forma dibujada habría supuesto una introducción estratégica interesante. O cuando algunos elementos confunden por montarse entre sí o temblar.

En lo demás no es un juego criticable por lo que no es. Por ejemplo, no se puede pedir un sistema de fijación de objetivo cuando la dificultad, quizás más realista, reside en colocarse respecto al punto débil de una criatura enorme "a mano" y sin ayudas. Pero sí que es necesario que el sistema de control ingeniado para las zonas subacuáticas funcione como lo hace, correctamente, y aporte un toque distinto a la cacería. Asimismo son hasta cierto punto aceptables otras "lacras" como el uso anecdótico del puntero para no desequilibrar los modos de control o los tiempos de carga, considerando la escala de lo que se va a jugar a continuación.

El modo Arena sirve especialmente para aprender junto a un hunter experimentado. Luego, carga a tu cazador con la recompensa obtenida.

Podríamos seguir hablando de cada faceta de Monster Hunter Tri muchas páginas más o pedirte, como hace el juego, que si quieres te sigas empapando en nuestros reportajes y entrevistas dedicados.

Aquí no hay término medio: o te quedas en este nuevo mundo casi a vivir o te asustas y te marchas, pero no vengas de visita como a otros juegos porque buscando algo de acción encontrarás una densidad sólo apta para los que quieran digerirla con esfuerzo.

Por último quisiera hacer especial recomendación a los amantes de la naturaleza y la paleontología. Quizás ellos disfruten a otro nivel unos entornos tan coherentes y, sobre todo, la imaginación y trabajo que hay detrás de unos monstruos de fantasía que se comportan como bestias salvajes reales (más con la nueva Inteligencia Artificial), pese a haberse montado con fósiles, máquinas y animales de todo tipo en la cabeza.

Monster Hunter Tri es una entrada diferente a todo el catálogo de Wii, y a la vez una irresistible novedad para los jugadores habituales de Nintendo. Un título para tipos duros, ‘hardcore' en el sentido más literal del término, por su gran dificultad, por evitar ciertos modernismos y por requerir tal profundización y colaboración. Es un juego que es un mundo con sus propias reglas, que no sigue modas y que por su tajante personalidad es practicado como una doctrina religiosa alternativa.

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Con el inestimable aporte de Daniel Atienza. "La ciudad tiene todo lo que necesito: armas afiladas y bebidas fuertes. No caces para vivir, ¡vive para cazar!"