Mario Kart 7

Mario Kart 7 - Análisis

Mención aparte a los personajes y sus vehículos, que gozan de un trazo fino salpicado solo por los ya tradicionales dientes de sierra. No son completamente estáticos, sino que cada uno posee animaciones para expresar sus sensaciones, como venía siendo costumbre.

La figura se cierra con un acompañamiento sonoro al mismo nivel. Los efectos de sonido montan un circo en tus auriculares a cada segundo para no dejar ni un instante tus sentidos sin estimular, siempre en un tono bobo que encaja muy bien con las burlas de los adelantamientos y golpes. Buenas melodías para rematarlo todo, aunque hay mucho reciclaje.

El online es lo que más ha mejorado

Juegues como juegues, las horas de diversión están aseguradas. Tendrás que pasarte, como siempre, el juego estándar en todas las categorías para ir desbloqueando todos los circuitos, personajes y partes.

Como siempre, están los 50cc para principiantes y los 100cc para ir cogiéndole el truco, y los 150cc una vez que ya está todo aprendido. La sensación de velocidad en la categoría superior (y en espejo) es muy buena, mayor que en otros juegos de la marca, lo que le da un plus a la diversión y a los piques. Sin embargo, no son los modos para un jugador los que más vas a usar.

La clave del éxito de Mario Kart, desde que empezó en Super Nintendo, ha sido su multijugador. Ya sea en las carreras o en las batallas, la competitividad es tan deliciosa que engancha, en parte por lo injusto que puede llegar a ser debido al handicap y, sobre todo, a los objetos.

Y en Mario Kart 7 tenemos el mejor multijugador de la historia de esta franquicia. Incluso en NeoGaf hay un hilo para debatir si se trata del mejor sistema online de la historia de los videojuegos (eso es demasiado).

Primer acierto, volver a los 8 corredores, también en el online. Es la cantidad perfecta porque hay mucha batalla y a la vez no da opción a que se forme un pelotón de cola sin posibilidades reales al que le tocan todo el rato objetos muy potentes que desvirtúan la partida. Las carreras están muy bien balanceadas, lejos de ese desastre con múltiples desvirtuaciones que es Mario Kart Wii.

Segundo acierto, que el multijugador sea, en realidad, ‘los multijugadores’. El rey seguirá siendo el modo online, que va muy fluido, sin ralentizaciones. Tienes la posibilidad de escoger entre mundial, con amigos o por comunidades. Es una clasificación que lo agiliza todo y ofrece funciones útiles, no redundantes.

Hay que destacar el acierto de esta última decisión. Puedes crear un pequeño hueco en el servidor para jugar con la gente que tú quieras al que solo pueden acceder metiendo un código que solo posee el que creó la comunidad. Tienes la privacidad perfecta de las partidas con amigos, pero además a un golpe de teclado porque solo tienes que meter un código y listo. Lo único malo es que deberían ser más versátiles, porque una vez creadas con determinadas características no hay vuelta atrás, y tampoco son editables. Ese hubiera sido el detalle definitivo.

Y una cosa más para disfrutar de los amigos es el StreetPass. Te cruzas con alguien y ya tienes su Mii para competir cuando quieras en el Canal Mario Kart ¿Hay algo más cómodo? Soberbio.