Mario Kart 7

Mario Kart 7 - Análisis

Consola nueva y Mario Kart nuevo. Somos millones de personas (acaban de decir que 28 millones han comprado el de Wii ¡cuántos habrán jugado!) las que seguimos esta gran serie de Nintendo desde antes o después. Y por eso nos alegramos cada vez que llega uno nuevo. En este caso se llama Mario Kart 7 porque es la séptima entrega y, como siempre, tiene un poco de innovación y otro poco de continuación.

Mario Kart 7 se parece bastante a Mario Kart Wii. Quizá sea el título del que más mama, como por ejemplo en la conducción. Nintendo ha huido del estilo tosco y duro de la versión de Nintendo DS y trae una forma de control sencilla y suave como en Wii. Los ‘profesionales’ del Mario Kart lo echarán de menos, pero así el juego estará mucho más igualado. Siempre con el joystick, ya que la cruceta no se puede utilizar.

Sólo sirve para cambiar al otro modo de control, el novedoso, basado en el movimiento. Si presiones cruceta arriba la vista cambia a primera persona y el coche se comienza a controlar girando la consola como si fuera un volante. Aunque está bien conseguido, el problema es que el efecto 3D se va con cada giro y no merece la pena. Y es una lástima porque es cuando más se disfruta de estos gráficos únicos. La vista en primera persona también se puede emplear con el control tradicional, pero te obliga a tener los brazos firmes y rectos.

Un 3D tan bueno como innecesario

Porque una de las muchas cosas buenas de este juego es su elaboración. Al igual que en Super Mario 3D Land, se aprecia un salto cualitativo en el aprovechamiento del hardware de Nintendo 3DS con respecto a los juegos más viejos.

Desde luego que lo que ha logrado el equipo de Hideki Konno apoyado por Retro Studios es de alabanza. El juego fluye siempre a 60 fps sin sufrir ni una caída en la tasa de refresco con o sin el efecto 3D activado. Quienes dijeron que no se podría conseguir nunca con esta consola se equivocaron. Y al igual que en el plataformas de Mario, dicho efecto 3D es completamente estable y nada molesto. Si mueves la consola perderás la perspectiva y notarás un parpadeo, pero ya no existen esas imágenes borrosas o duplicadas que provocaban mareos cuando se movía un pelín la portátil.

Para conseguirlo no han escatimado en recursos porque todo funciona sobre un detalle gráfico magnífico. El nivel de las texturas de Mario Kart 7 es sensacional. A pesar de ser un juego de carreras, algo que podría invitar a Nintendo a esforzarse menos porque todo va a pasar muy rápido, se han detenido a trabajar todas y cada una sin desdén permitiéndose retoques con mapeado de texturas para conseguir una sensación pomposa en todo momento. El sol refleja en la cámara cuando le miras de frente como representante de una iluminación más compleja de lo que necesitaba.

El estilo artístico es si cabe más colorido, más vibrante y más intenso de lo normal. Muy alejado de su predecesor en Nintendo DS, apagado en tonos y sobrio en estilo. Queda reflejado sobre todo en los escenarios, cerrados por todas partes y con toques de vida que ayudan al circuito a no quedarse solo.

Hay animales, plantas y elementos moviéndose continuamente, completados por numerosos efectos de partículas que han metido adrede para tratar de impresiones en los momentos 3D; cenizas, confeti, burbujas, gotas de agua, hierba, polvo... a todo le sacan partido.