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Let's Tap

El mando de Wii ha sido espada, pistola, bate, raqueta, volante y hasta nave espacial que sobrevuela el interior de una nariz. Aún así, este juego demuestra que se puede llegar mucho más lejos.

Let's Tap - Análisis


Let's Tap

Burbuja espacial

A un jugador, este modo es una pequeña aventura en la que guiar a un pequeño ¿robot? entre meteoritos y enemigos hasta los puntos de aterrizaje. Él avanza hacia adelante y cayendo lentamente: con un toque débil se eleva un poco y con un toque fuerte dispara el arma.  Recuerda poderosamente al clásico Balloon Fight, pero con armamento, barra de vida, mejoras y muchas estrellas de diferente tipo para recoger y obtener puntos. Una vez acabado (el juego siempre acaba cuando se termina la vida), se guardan tanto la puntuación como la distancia máxima recorrida. Es muy sencillo y limitado, pero el buen control junto con los puntos de recarga de vida, que alargan mucho la duración de la partida, y los escenarios aleatorios, hacen que sea bastante rejugable.

En multijugador es ciertamente peor. Podría haber sido un cooperativo o una simple competición para ver quién aguanta más, pero se trata de una batalla campal en un escenario abierto. Los robots aquí giran sobre sí mismos indefinidamente. Con un toque débil se propulsan en la dirección en la que miran en ese momento, y con uno fuerte disparan. Especialmente el movimiento es muy poco intuitivo, y parece más un recurso de última hora para adaptar el juego al control que un minijuego diseñado para ser manejado a base de toques. Si a esto se le añade que al salir de la pantalla por un extremo se entra por el opuesto, termina resultando un caos que, aunque pueda divertir al principio, cansa muy pronto.

 

Visualizador

El último minijuego de todos es difícil considerarlo como tal. Simplemente hay que dar toques de manera completamente libre, y ver lo que ocurre en diferentes  modos: una ciudad de noche en la que hacemos saltar fuegos artificiales, un lienzo en blanco sobre el que pintar, un río en el que se producen vibraciones en el agua y aparcen distintos peces, etc. Ciertas combinaciones de toques y pausas harán surgir efectos especiales, pero aún así la absoluta falta de objetivos hace que quede como un simple añadido. Cabe destacar que es el modo gráficamente más logrado (especialmente el río, con las ondas en el agua y los peces pasando lentamente con un movimiento muy creíble).

Let's Tap Análisis Wii

 


 

En conclusión, Let's Tap no es la revolución de los party games que pretende ser, pero casi. El hecho de que dar golpecitos sobre una caja sea mucho más simple y comprensible que cualquier otro método de control existente hasta la fecha, y su enorme sensibilidad y precisión (cuyo buen uso tiene recompensa a la hora de jugar) hacen que sea apto tanto para jugadores ocasionales que no quieren complicaciones como para los que le dedican una buena parte de su tiempo a los videojuegos. Es la opción perfecta frente a la avalancha de juegos de este tipo en Wii, hechos generalmente por desarrolladoras con más ánimo de lucro que creatividad. Frente a los movimientos del mando ya convencionales y a veces frustrantes ofrece un control simple e impecable, y podría conseguir mejor que nadie aquella visión de llevar los videojuegos a gente que nunca los hubiera probado.

Pero desgraciadamente, es corto. Terriblemente corto (por suerte, a precio reducido). A un jugador se puede hacer todo en una sola tarde, y aunque con más gente aumenta la duración, todo tiene un fin. Hasta el Maratón, que sobresale por encima de todos los demás minijuegos, acaba por dejarse a un lado, y, junto con el de los bloques, son los únicos que acaban perdurando. Da la sensación de que sea un experimento a medias, apenas una pequeña pero excelente muestra de lo que se puede llegar a hacer poniendo el mando sobre una caja.

 Let's Tap

 

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