Kirby's Epic Yarn

Kirby Epic Yarn - Análisis

Si eres un jugador que busca retos imposibles, aléjate de Kirby, ya que su intención es la de que disfrutes del paisaje mientras recorres el camino, de maravillarte con los pequeños detalles, no hacerte repetir el mismo escenario quince veces para obtener una letra o una estrella.

En cada escenario hay tres tesoros ocultos y una medalla que califica nuestra actuación midiendo el número de cuentas de colores que hayamos recolectado. Un solo toque de un enemigo hará que las cuentas salgan volando por los aires, teniendo que recuperarlas corriendo antes de que desaparezcan. Si queremos tener medalla de oro y recoger todos los tesoros el juego aumenta ligeramente su dificultad. Hay que explorar cada escenario y probar si la pared se puede atravesar, qué ocurriría si escogemos el otro camino… Además, a medida que avancemos hay cinco personajes que nos propondrán retos diferentes en cada escenario, como recoger un número determinado de cuentas de colores dentro de un tiempo límite, escoltar a un personaje hasta su trono, hacer una carrera contrareloj, matar a una serie de enemigos antes de que expire el cronómetro y encontrar a cinco personajes ocultos en el escenario. Hay cerca de cien de estos retos, graduados según su dificultad, sólo aptos para los que quieran todos los coleccionables y tener un 100% en el progreso de la partida.

Kirby es un juego sencillo que completa la magistral oferta de Wii en el género de las plataformas 2D. No ofrece retos imposibles y la pérdida de una vida tras otra, pero sí divierte mucho gracias a su magistral apartado artístico. Un título optimista que te mejora el humor de forma instantánea gracias a su candidez y accesibilidad. Los retos secundarios que propone alargan mucho la vida del título e incita a jugarlo a dobles.