Kingdom Hearts 3D: Dream Drop Distance
La aventura más onírica de Nintendo 3DS
Kingdom Hearts 3D: Dream Drop Distance - Análisis
Con la misma facilidad que Sora, Riku y compañía saltan de un mundo a otro en busca de aventuras, Square Enix y Tetsuya Nomura hacen lo propio con su Kingdom Hearts. Ahora, y tras las entregas en Nintendo DS y PSP, le toca el turno a Nintendo 3DS con Kingdom Hearts 3D: Dream Drop Distance. Con un juego que promete hacer de puente entre las entregas anteriores y el tan ansiado Kingdom Hearts 3. ¿Cumplirá las expectativas o será otro subproducto que sólo busca hacer caja? Comprobémoslo.
Los primeros compases del juego parecen seguir la línea ya vista en Kingdom Hearts 2, apostando por un inicio algo desconcertante y explicando poco a poco, mediante una serie de analepsis o flashbacks, el cómo y el porqué de todo lo que nos está sucediendo. Un inicio que con tanto tutorial y explicación corta un poco el ritmo, pero que una vez las explicaciones de los tutoriales se quedan a un lado, todo va mejorando a medida que avanza la historia.
Una historia que continúa los pasos del final secreto de Re:Coded, con Sora y Riku dando comienzo a la prueba que los tienes que llevar a convertirse en maestros de la llave espada. Un argumento que esta vez sí está a la altura de las entregas numéricas, plasmándose ya no sólo en ir recorriendo los diversos mundos y ayudando a los personajes que allí habitan, sino que entre medias y progresivamente nos van introduciendo las partes de la trama principal, hasta llegar a la traca final que nos han preparado Nomura y sus chicos de Osaka.
Porque lo que vivimos en cada mundo no es más que una pequeña subtrama en sí misma, en la que Sora y Riku recrearán algunas de las partes de las películas Disney (o del juego The World Ends With You) al más puro estilo Birth by Sleep. Una forma bastante inteligente de evitar caer en la repetición. Con cada uno de los personajes complementando la historia del otro, aunque ahora ambos se encuentren en distintas dimensiones.
Más grandes, más amplios y menos vacíos
La factoría Disney vuelve una vez más a tener una fuerte presencia en la saga, esta vez ofreciéndonos la posibilidad de aventurarnos en nuevos mundos sacados de algunas películas que hasta ahora habían sido inéditas en la saga Kingdom Hearts. El paisaje parisino de El jorobado de Notre Dame, el ciberespacio de Tron: Legacy o el melodioso mundo de Fantasía son algunos ejemplos de los siete mundos que recorreremos.
¿Sólo siete? Es cierto que sobre el papel se podrían antojar escasos, pero una vez los empezados a recorrer con Sora y Riku nos damos cuenta de que nos encontramos ante los mundos más extensos de toda la saga. Pero no sólo de duración o número de zonas, sino que también en cuanto a la amplitud y tamaño de cada una de estas zonas. Porque los mapas suelen ser más extensos, menos vacíos (solucionando una de las lacras de la saga) y más verticales. Porque ahora, por ejemplo, podemos estar en mitad de la plaza de Notre Dame, llena de casetas y tenderetes, y escalar por los muros de la fachada de la catedral hasta su campanario usando la novedosa técnica flowmotion. Motivo por el que ahora la búsqueda de cofres ocultos gana en altura.