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Fire Emblem Fates: Estirpe

Que la luz de Hoshido ilumine tu Nintendo 3DS.

Fire Emblem Fates: Estirpe (3DS) - Análisis

El camino fácil

En cuanto a los niveles en sí, ya hemos comentado que Estirpe es la más fácil de las campañas de Fates. Las ayudas para conseguir aumentar tanto el dinero como los niveles son numerosas tanto durante las fases como entre ellas. La IA también sufre el tener estadísticas pobres, escasas habilidades y un comportamiento predecible y poco desafiante. Esto se complementa con la incorporación del modo Fénix, que se suma a los modos Novato y Clásico para la gestión de muertes. Con Fénix ya no es que tus aliados caídos en combate regresen, es que además lo harán en el turno siguiente de caer derrotados con toda su vida restaurada para volver a repartir leña en esa misma batalla. Además, el modo Fénix permite guardar (ojo, no suspender para continuar más tarde, hemos dicho guardar) el estado de la batalla en cualquier momento para retomar la fase a partir de ese punto en cualquier momento que se desee. Bajo estas circunstancias, los niveles se convierten en imparables marchas militares en las que apenas debes controlar que no maten a tu avatar y poco más. Por contra, el modo Clásico, el de las muertes permanentes, se complica un poco al no haber casillas de guardado en medio de cada fase, por lo que un crítico del jefe final del mapa te puede obligar a repetir todo el nivel si no quieres perder para siempre a ese personaje.

Identificadas la historia y la dificultad, junto con esa notoria falta de variedad de tropas, como los aspectos más flojos de Fates Estirpe, hablemos también del apartado en el que puede levantar la cabeza con orgullo: el sonoro. Aunque los diálogos no están ni mucho menos completamente doblados, los personajes sí que cuentan con un rico repertorio de frases que da color a las intervenciones de cada personaje tanto en la historia como en los combates. La música, a pesar de que se desvíe un poco de los temas habituales de la saga (no sin que vuelvan clásicos como las músicas de fondo de tiendas y armerías), hace buen uso de melodías e instrumentos típicamente reconocibles del Japón Feudal en el que se inspira el reino de Hoshido. También merecen una nota positiva las soberbias secuencias animadas y el buen trabajo del siempre cumplidor equipo de traducción (que me aspen si cierta frase de Mozu al subir de nivel no es la mejor línea de toda la historia de la saga).

En definitiva, Fire Emblem Fates Estirpe respeta muchos elementos clave de la saga e intenta darle una vuelta más añadiendo las venas de dragón, el castillo y una respetable cantidad de nuevas clases. A pesar de que algunas de las ideas eran prometedoras, la luz de Hoshido no puede evitar que haya sombras. Entre una historia que más que enganchar cansa y decepciona, un desarrollo que no es lo suficientemente desafiante como para mantener alto el interés y la reducida selección de clases que poseen tus héroes, sumado a la polémica de las tres ediciones, no podemos evitar pensar que Estirpe, por sí solo, no llega a ofrecer lo suficiente comparado con títulos anteriores. Al menos su duración sí que es adecuada para el precio, pues sin entrar en misiones secundarias la campaña puede superar ampliamente las 30 horas, aunque varias se pasen entre secuencias y diálogos. Con éstas y un uso intensivo de mapa y castillo no sería descabellado alcanzar las 50.