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Fire Emblem: Awakening

¡Golpe crítico! Recibes daño x3 en vicio.

Fire Emblem: Awakening - Análisis

Tenemos pues uno de los juegos más centrados en la estrategia militar. Los patrones clásicos siguen funcionando (triángulo de armas, promociones de clases, armas con bonus frente a algún tipo de unidad…) y la magia, aunque no tenga su propio triángulo, cobra más importancia que en otras entregas ya sea por variedad de hechizos y de unidades. De hecho, a medida que se va avanzando será más habitual encontrarse con unidades capaces de emplear tanto armas de algún tipo como magias (ya sean grimorios o bastones).

Por otro lado, se recuperan elementos de varios antecesores, como las habilidades, el mapa externo o incluso la posibilidad de unir a dos personajes en matrimonio y que tengan como hijo un potencial campeón para tu banda. Son tantos los elementos repescados que Awakening podría considerarse la síntesis de la saga, ya que la historia también bebe de acontecimientos de otros Fire Emblem y el contenido adicional permitirá jugar con personajes clásicos.

A todo esto hay que unir la gran novedad de Fire Emblem Awakening: los combates duales y, sobre todo, la agrupación de unidades. Al principio los acogerás de forma dubitativa, como si fuera un aporte anecdótico ya que la intervención depende de una probabilidad no muy alta. Ahora bien, una vez tus unidades interactúen más entre ellas mismas y vayan fortaleciendo sus lazos descubrirás que la agrupación es una herramienta clave para aplastar al enemigo.

Agrupar una unidad a otra le da una serie de bonus en sus estadísticas, lo que abre un nuevo abanico de posibilidades. Como ejemplo, puedes unir a tus dos unidades con mayor defensa. Si dichas unidades tienen una gran relación entre ellas, el resultado puede dar lugar a una defensa bestial a la que la mayoría de los enemigos harán daño nulo. Si, por otra parte, unes a dos unidades muy veloces, podrían llegar a esquivar casi todos los ataques. Súmale la probable intervención del compañero, será fácil golpear hasta cuatro veces al ser atacado sin llegar a recibir daño alguno. Explotar las combinaciones para dar con las más letales se muestra como algo clave para desarrollar tácticas aún más alocadas en las últimas misiones.

Fire Emblem: Awakening

La historia, aunque más desarrollada que en otros juegos de la serie, es más un marco global que reúne varias sagas diferentes con objetivos más cortoplacistas que la línea argumental fija que nos encontrábamos más a menudo. Curiosamente, Fire Emblem Awakening puede ser el juego de la saga que más nos recuerde a un animé real. No lo decimos sólo por las secuencias animadas, de lo más bello que se ha visto en los más de 20 años de historia de esta franquicia, sino por la estructura de la historia, que como si de Dragon Ball o One Piece se tratara van apareciendo nuevos villanos aún más peligrosos tras la derrota del anterior. De hecho la historia toma unos cuantos giros, aunque el verdadero eje, a menudo en segundo plano, siempre se muestra más previsible.

Donde Intelligent Systems aún tenía bastante que mejorar era en los gráficos. Es un equipo que siempre ha sabido desenvolverse de maravilla con los sprites; pero que no terminaba de pasar bien a las 3D tanto en el modelado como, sobre todo, en la animación. El nuevo motor empleado para los combates consigue dejar atrás algunos de estos fantasmas de la compañía, pues se ven animaciones más fluidas y naturales y permite el uso de diferentes cámaras. Sólo desentonan los modelados de cintura para abajo: personajes paticortos y que parecen andar con muñones más que con pies, aunque el resto del trabajo luce mejor de lo que se podía esperar. También parece que hay caídas de framerate en algunos combates duales; pero son casos aislados.