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Crash of the Titans

La última aventura plataformera de lo que fue casi una mascota Sony en la última consola Nintendo... y otras cuántas más.

Crash: Lucha de Titanes - Análisis


No dejo de asombrarme de la velocidad a la que cambia esta industria. Ayer, Crash Bandicoot era una estrella nacida para convertirse en la mascota de Sony y su PlayStation. Un juego de plataformas novedoso y divertido que caló tanto en occidente como en oriente a pesar de haber sido desarrollado por el estudio estadounidense Naughty Dog. Es triste comprobar cómo el nombre que le pusieron a este simpático mutante (Crash) era un indicativo de lo que le pasaría a la franquicia.

Ni mascota de Sony ni nada. Tras varias entregas y la calidad de la saga en caída libre, Naughty Dog acabó vendiendo la franquicia de Crash Bandicoot al mejor postor. Y he aquí que tenemos entre manos a Crash of the Titans (traducido sin gracia a "Lucha de Titanes"), multiplataforma y, para colmo, en una consola de Nintendo. No es comparable a lo de Sonic en el Brawl, pero se le aproxima un poco.

La historia del juego viene a ser la habitual: todos tranquilos disfrutando de un día de campo, aparece el malo de turno (el Doctor Córtex), secuestra a nuestra hermana y avisa de que va a dominar el mundo con un súper robot asesino. Todo esto se podría pasar por alto si no fuera porque cada vez que hablan los personajes es para soltar chistes sin gracia ninguna, incluso Crash, que habla el mismo idioma que el Demonio de Tasmania (buadrllrrrrrrf). Eso sí, nos enteraremos de cada uno de esos chistes ya que el juego ha sido traducido y doblado (y para colmo un doblaje muy bueno) perfectamente al castellano. La historia se complica un poco a medida que avancemos, pero no esperamos vueltas de tuerca, ya que el juego ha sido diseñado claramente para los jugones más jóvenes.

Pero obviando la historia, tenemos en la mano un wiimote y un nunchuk, ¡tendrán que servir de algo! Aquí entra el "Síndrome del multiplataformas". Hay intentos por implementar los sensores de movimiento, sobre todo cuando montemos (eso lo explicamos un poco más adelante), pero en el control básico de Crash todas y cada una de sus acciones pueden hacerse con combinaciones de botones y, de hecho, funcionan mejor de esta forma.