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Un verano en blanco

O de cómo Wii U se presenta un año más como la consola de la eterna espera.

Hace aproximadamente un año, mi compañero Sergio Figueroa lanzaba un aviso a Nintendo sobre la fecha de caducidad de la esperanza en una plataforma que por la época tenía poco catálogo y muy pocos títulos anunciados. Hablo de Wii U y, aunque la situación parece haber cambiado gracias a Mario Kart 8, Donkey Kong Country: Tropical Freeze o Super Mario 3D World, existen ciertos aspectos en los que se podría decir que nos encontramos en una perspectiva no igual, pero sí parecida.

Es cierto que el gran problema de los primeros compases de Wii U en el mercado fue la ausencia de grandes anuncios, de títulos que se metieran a la audiencia en el bolsillo y que garantizaran la venta de consolas. El catálogo era escaso y, aunque contaba con algunos ejemplos de juegos de alta calidad, no eran suficientes para amortizar el gasto en un producto que era bastante caro, como cualquier videoconsola. Por otro lado, también es acertado decir que esta situación lleva un tiempo en regresión, y que hace ya bastante que la sobremesa de actual generación tiene anunciados juegos capaces de echarse a la espalda la responsabilidad de dar el empujón en ilusión y ventas que Wii U necesita.

El gran golpe en la mesa por parte de la compañía de Kyoto a la hora de ayudar a Wii U a despegar ha venido de la mano del lanzamiento de Mario Kart 8, el título de conducción arcade por excelencia, el pasado mes de mayo. En algunas regiones, las ventas de la consola se llegaron a multiplicar por seis y, poco a poco, el foco de la audiencia pasaba a incluir a Wii U entre sus intereses, que hasta el momento pasaba de una manera un tanto anodina entre sus competidoras, más jóvenes y con mayor presencia en los medios. La sobremesa de Nintendo contaba, pues, con más títulos punteros capaces de vender consolas y con un calendario de lanzamientos muy prometedor en la recámara. ¿Qué podía salir mal en este resurgir de Wii U?


La respuesta a la anterior pregunta viene cuando se observa la actual situación de lanzamientos de Wii U: Nos encontramos ante un verano desolador, un verano en blanco. Nintendo apuntó en mayo a una recuperación, pero cuando era el momento de arrancar y no parar se quedó sin fuelle, incluso antes de empezar, con un verano en el cual el único título destacable que ha llegado a la sobremesa es One Piece Unlimited World Red. Desde el mes de mayo hasta septiembre, queda baldío el calendario. Sin embargo, es este septiembre cuando parece que Nintendo pretende volver a arrancar una buena racha con Hyrule Warriors y otros grandes títulos que Nintendo lleva prometiendo, en algunos casos, desde el E3 del año pasado.

Esto nos lleva a una situación similar a la que nuestro compañero Sergio presentaba hace casi un año. El marco circunstancial es distinto, pero el argumento principal es el mismo. No se puede vivir de rentas y promesas para siempre. Nintendo necesita ponerse las pilas y diseñar un calendario de lanzamientos que no deje en el dique seco a su consola en el mismo momento que la misma podía empezar a dejar atrás una época muy oscura. Wii U llegó al mercado hace casi dos años y, aún a día de hoy, no hay suficientes títulos a la venta como para hacer atractiva la consola a todo tipo de públicos. Esto no sería una situación alarmante si la promesa de grandes juegos por llegar no fuera tan vieja y tan conocida.

Hace falta que Nintendo deje de hipotecar el futuro de Wii U y empiece a brindar esos juegos que conforman la “eterna promesa”, esos grandes títulos que estaban llamados a contentar tanto a los usuarios que ya tienen una Wii U como a aquellos compradores potenciales. Es hora de concretar fechas de lanzamiento de distintos juegos, y no de ofrecer míseros “2015”, análogos a los “2014” del año pasado, para así justificar la prolongación de una espera que es ya demasiado larga. Por suerte, con la llegada de septiembre, viene un cambio de tercio que comienza con Hyrule Warriors y continúa con Bayonetta 2, Super Smash Bros, Sonic Boom: el ascenso de Lyric o Captain Toad: Treasure Tracker, empezando así a hacer palpable, y sobre todo jugable, esta gran promesa de títulos que hace tanto tiempo se nos hizo. Sólo falta que todos aquellos otros juegos que están marcados como “2015” se sumen a esta recuperación de la confianza en Wii U ya que, a pesar de las viejas palabras, no podemos contar ni siquiera con los juegos multiplataforma de terceras, como puedan ser Call of Duty o Assassin`s Creed. Por lo tanto, ya va siendo hora de que  comiencen a concretar sus fechas de lanzamiento. Al menos, siempre nos quedará el consuelo de saber que habrá muchos juegos de Nintendo a los que jugar después de un verano en blanco.