La `Indimitación´ es la mejor forma de halagar
O de cómo títulos y desarrolladoras pequeñas buscan su hueco imitando a los más grandes.
Tal como sugiere el título de este artículo, hay un refrán que reza que la imitación es la mejor manera de halagar a alguien. Esto no deja de ser cierto cuando hablamos de la industria del videojuego, aunque es conveniente realizar una línea que delimite la inspiración como creadores del plagio descarado (tema del que ya escribí en el pasado). A grandes rasgos, un título que plagia es aquel que, aprovechándose de la imagen de una marca mucho más grande, adopta de manera bochornosa sus aspectos más característicos para intentar coger desprevenidos a usuarios desinformados que, para cuando quieren darse cuenta de que algo malo pasa, ya se han gastado su dinero. Sin embargo, Ninguno de los juegos que hoy saldrán a la palestra caen en esta lacra, ni mucho menos. Los títulos que van a ser referidos hacen justo lo contrario, homenajear a grandes del videojuego con referencias o imitaciones sin renunciar al contenido propio.
La `indimitación´ como reclamo
Desde que el juego independiente floreciera de manera explosiva, tanto por la creación de sitios web de crowfunding como por el propio apoyo de las desarrolladoras más grandes, es algo innegable que las compañías indie se han retroalimentado en numerosas ocasiones de la nostalgia retro. Los juegos de los 80 eran más directos y sencillos, y los desarrolladores independientes se han sumado a la máxima de que “cualquier tiempo pasado fue mejor”.
No voy a entrar a un debate de si la anterior afirmación es cierta o no porque podría llevar mucho tiempo y se llegaría a poco o ningún acuerdo, pero si hay algo innegable es que un alto número de juegos independientes, que llegan incluso a consolas o que ni siquiera logran su financiación objetivo, están inspirados en mayor o menos medida en los clásicos del mundo del videojuego. En una industria como la del ocio electrónico, es lógico pensar que los desarrolladores de hoy son los jugadores de ayer y que aquellos que antaño disfrutaron juegos como el primer Legend of Zelda son los que hoy día quieren que sus juegos se acerquen en forma de homenaje a dicha experiencia pasada.
Indimitando a Zelda
Dado que The Legend of Zelda es uno de los clásicos que más ha logrado perdurar en el tiempo y en las experiencias de sus aficionados, es un paso lógico que el sistema del Zelda original sea uno de los más empleados a la hora de desarrollar títulos independientes. Nos podemos encontrar con juegos como Animal Gods, del que ya se habló en Revogamers y que sigue luchando por obtener financiación suficiente para verse llevado a cabo. Con una mecánica basada en un gran mundo abierto desde el principio para no imponer un orden en la exploración, Animal Gods abraza uno de los elementos que hizo al original The Legend of Zelda una leyenda entre los videojuegos.
Otro título con una fuerte inspiración “zeldera” y que busca financiarse (aunque a la hora de leer este artículo probablemente haya acabado el plazo sin llegar al número objetivo) es Blossom Tales, que se define a sí mismo como “una mezcla de Legend of Zelda y La princesa prometida”. Una vez más presenta la vista cenital y un mapa enorme que explorar, con algunos detalles más puntillosos y referencias tales como un búho que da consejos.
Aunque no hay que irse lejos de casa para encontrar fuertes referencias a Zelda en videojuegos. El título de Nintendo 3DS Hora de Aventuras: Hey rey Hielo, ¿por qué robas nuestra basura? presentó una calidad bastante buena (a pesar de su corta duración) en un juego que es una parodia-homenaje a The Legend of Zelda: Adventure of Link de NES.
Indimitando a Metroid y Castlevania
Es curioso cómo una de las palabras más repetidas entre las descripciones de proyectos en financiación es “metroidvania”. El estilo futurista de la saga de Samus Aran y la ambientación matavampiros de los Belmont suelen ser otro de los grandes focos de inspiración de los desarrolladores independientes, y el enfoque de exploración y plataformas en dos dimensiones que ambas franquicias comparten es un buen caldo de cultivo para juegos indie.
Encontramos así ejemplos como el aclamado Guacamelee o Reven, un RPG en dos dimensiones con un fuerte componente “metroidesco” en su estética. No nos olvidemos tampoco de Ghost Song, un proyecto que se financió con éxito para PC y que se define a sí mismo como un título de exploración al estilo “metroidvania”. Otros ejemplos podrían ser Beyond Human, que se describe como un juego con fuertes reminiscencias a Devil May Cry, Megaman o Metroid, o Maya Breaker, un juego que busca llegar a iOS y Android con el lema “¿Recuerdas las mecánicas de balanceo de Super Castlevania IV y Super Metroid?”
El alto número de títulos que buscan volver a la simplicidad de anteriores décadas con la tecnología actual es tal que cabe abrir el debate de si las grandes desarrolladoras han “cortado” con sus raíces demasiado rápido, o si les convendría ponerse a trabajar en títulos paralelos a los grandes desarrollos, que exploten este “factor nostalgia” en forma de pequeños títulos descargables a un precio asequible, en lugar de ofrecer roms de consola virtual con precio inflado.
Volver a las raíces...
Los jugadores quieren este tipo de juegos, y eso se puede ver en el apoyo que brindan a los proyectos independientes, pero incluso algunos desarrolladores apoyan estos juegos sencillos, pero con un alto contenido y buena experiencia, tales son los ejemplos de Keiji Inafune o Koji Igarashi, que tras abandonar sus estudios trabajan en títulos financiados que prometen tener altos parecidos con los Megaman o Castlevania que los encumbraran como creadores. Así que sería algo positivo debatir hasta dónde hay que desenterrar la nostalgia en forma de nuevos desarrollos que hagan recordar aquellas viejas partidas a los clásicos.