¿Existe el juego de 10?
¿Se puede alcanzar la excelencia? ¿A qué precio?
Rotundamente sí, existe o existen, mejor dicho, pero tal y como yo lo veo son juegos que han de cumplir una serie de exigentes requisitos, aunque esto no quiere decir que estos sean inamovibles o que no se puedan aplicar excepciones.
¿Qué es un juego de 10?
Partamos de los pilares básicos: todo videojuego de 10 debe alcanzar precisamente esa cifra en los siguientes y clásicos apartados: jugabilidad, gráficos, sonido, control y duración. Por supuesto siempre hay subapartados como pudieran ser la rejugabilidad o su multijugador, que podrían ir dentro de duración al igual que los distintos modos de juego, u otros como la curva de dificultad o la variedad de escenarios y/o situaciones, que podrían encajar dentro del apartado destinado a la jugabilidad.
A priori esta premisa parece cierta, pero desde mi punto de vista nos estamos olvidando de una característica sumamente importante: la originalidad. Así pues, y hablando del desencadenante de todo esto, Bayonetta 2 nunca podría ser un juego de 10 (aquí su análisis y análisis del primer juego), al igual que Super Mario Galaxy 2, ni, presumiblemente, Xenoblade Chronicles X cuando salga allá por 2015, ni tantos otros juegos que son, o bien secuelas directas, repito, directas, o bien juegos inspirados descaradamente en otros de corte similar.
Un forero dijo (y que me perdone por la vaguería de no buscarlo) que vería bien un 10 pues sería como premiar a ese alumno aplicado por todo su trabajo durante el curso, y es verdad, sin embargo, y apelando nuevamente a la originalidad, esto no sería del todo correcto en este caso. Volviendo al ejemplo del alumno, hay que pensar que este estudiante, trabajador y constante, presenta, a finales del segundo cuatrimestre, un trabajo ejemplar, de 10, pero, ¿qué pasa? Que en enero, a finales del primer cuatrimestre, presentó otro trabajo sumamente similar al que presenta ahora, en junio. Ciertamente el trabajo del segundo trimestre puede ser merecedor de llevar la máxima calificación otorgable, pero no podemos nunca dejar pasar el hecho de que ya presentó otro trabajo muy similar hace unos meses, por lo tanto, debería llevar, siempre hablando como una opinión personal, menos nota que el trabajo original, aunque lo mejore. Obviamente no me olvido de que esto son videojuegos y secuelas, pero, en ese caso, ¿quién se merece el 10, Bayonetta o Platinum Games por ser ese alumno trabajador y constante?
Esto da lugar a otra cuestión, que no es otra que si en verdad los análisis deberían llevar dos notas separadas: una analizando el juego como si fuera un juego completamente disociado, y otra como juego enmarcado dentro de una serie, pero ya abordaremos ese tema.
Volvemos al tema en cuestión, voy a explicaros para mí, qué hace que un juego alcance la máxima calificación. Si hablamos de un juego nuevo, léase Xenoblade Chronicles de Wii, debe brillar en todos sus apartados de una forma sumamente notoria, y así es el caso. Puede tener ligeras lagunas, pero el conjunto, la obra vista como un todo, es, sin duda, merecedora del 10. Si en su secuela directa, Xenoblade Chronicles X, no se mejoraran estos borrones, la nota debería verse reducida. ¿Por qué, si el juego es igual o mejor? Porque no es la primera vez que me presenta ese trabajo u otro parecido, no lo ha mejorado lo suficiente, se ha basado demasiado en él y ha descuidado algo tan importante como son la originalidad y el corregir los fallos del primero, los cuales, ahora, se hacen más notorios.
Hablaba en las primeras líneas de las excepciones, y pensaba en una secuela espiritual, ese término que no sé cuándo se acuñó pero que últimamente se ha venido usando mucho; me refiero a Perfect Dark. Considero a este un juego de 10, pese a que podría pasar como una secuela del GoldenEye, ambos de Nintendo 64. Sin embargo, tiene las suficientes novedades, más allá del protagonista y la historia, como para considerársele un juego completamente original y conseguir así el tan ansiado 10.
Otro ejemplo, Super Mario 64. Este viene a ser un juego enmarcado dentro de una serie, pero, al no ser secuela de ningún Mario, al igual que ocurre con la mayoría de los juegos de la serie The Legend of Zelda, podemos tomarlo como un juego nuevo, y ya de paso metemos a otro juego de 10, el gran A Link to the Past, de Super Nintendo. Ambos juegos son perfectos, obviamente para su época, pues es otra propiedad que debemos tener en cuenta: el contexto temporal. Puede que ahora haya juegos con mejores sistemas de cámaras que Super Mario 64 (que lo dudo), pero en su momento era lo mejor que había, por lo tanto, ese apartado, como todos, seguía mereciendo un 10.
Para acabar me gustaría incidir sobre un último punto que muchas veces se nos olvida (a mí el primero), y es que las notas se basan en criterios subjetivos que ambicionan ser objetivos. En mi caso particular, intento no dejarme llevar por mis gustos personales y ser lo más imparcial posible, pero siendo sincero, esto, como comprenderéis, no siempre es posible.